Al dar el primer paso en la Isla Madre —una de las cuatro que conforman el archipiélago— en la Reserva de la Biosfera Islas Marías, el visitante tiene la certeza de que ha llegado a un territorio por demás enigmático.
Es innegable su belleza natural, bañada por las aguas del Océano Pacífico, pero el mayor atractivo a este lejano punto del territorio mexicano son los vestigios carcelarios, que datan de 1905, cuando Porfirio Díaz inauguró la primera colonia penal, que con el paso de los años fue creciendo hasta convertirse en un complejo penitenciario, hasta su cierre en 2019, por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tras operar durante 114 años como prisión y albergar a más de 45 mil reos durante su historia en sus 11 diferentes campamentos, las Islas Marías son el nuevo destino turístico mexicano, abierto al estilo de la más famosa prisión de máxima seguridad estadunidense en la Isla de Alcatraz de San Francisco, California. Aunque en la mayoría de los campamentos de la Isla Madre los reos vivían en condiciones de semilibertad, también cuenta con un penal de máxima seguridad que los turistas podrán conocer.
El propio secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, dijo el viernes que se trata de “un nuevo producto turístico” que se ubica al nivel de las prisiones insulares más famosas como Alcatraz en Estados Unidos, la Isla Robben en Sudáfrica y la Isla del Diablo en la Guyana Francesa.
“La Isla Robben en Sudáfrica, donde Nelson Mandela estuvo confinado en represalia a su lucha por la libertad, la igualdad y la paz; también a la Isla de Alcatraz, prisión de máxima seguridad en San Francisco, California, que mantuvo recluidos a criminales de la talla de Al Capone y la isla del diablo en la Guyana Francesa, donde se encontraba privado de su libertad Harley Calier, alias Papillon, y que actualmente recibe visitas guiadas”, señaló durante el evento inaugural, celebrado el pasado viernes.
El archipiélago de las Islas Marías está conformado por María Madre, María Magdalena, María Cleofas y San Juanito. Sólo la isla María Madre está habitada, cuenta con 11 campamentos penitenciarios distanciados entre sí por decenas de kilómetros, y de los cuales, al momento del cierre del complejo penitenciario, únicamente cuatro seguían operando como Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso): Morelos, Aserradero, Bugambilias y Laguna del Toro.
Como parte del tour, los visitantes podrán conocer las instalaciones de Laguna del Toro, prisión de máxima seguridad, la única donde los reos se encontraban tras las rejas, y que únicamente operó durante seis años, tras un motín en 2013 por escasez de agua, el abasto de alimentos en descomposición y el abuso de los custodios. El motín de 2013 dejó un celador muerto, así como 32 reos y ocho empleados heridos.
“Hablando de la historia de la isla, esto primero fue una colonia penal donde se traía a los presos a hacer la reinserción a la sociedad y fue hasta 2010 que fue decretada como complejo penitenciario y fue que se inauguró Laguna del Toro. Fue una construcción que duró dos años, empezó en el 2009 y abierta en el 2011 y solamente funcionó hasta 2017, por un motín en 2013”, explicó el marinero Martín Mireles, integrante del grupo de guías Protectores de la Biosfera.
El mismo marinero señala que dentro de Islas Marías, en donde los reos se encontraban en semilibertad, el Cefereso de Laguna del Toro fue construído con celdas, al estilo de Alcatraz.
“Es el que más se asimila a una cárcel como todos tenemos pensado, con celdas. Ese complejo penitenciario es un diseño al estilo de Estados Unidos, como vienen siendo en la isla de San Francisco, con rejas de grueso tamaño y es lo que más se asimila a una cárcel aquí, en el ex complejo penitenciario de las Islas Marías”, explicó.
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Hasta la tarde del viernes, cuadrillas de trabajadores todavía daban los últimos retoques al ex penal, relatan que sienten una vibra extraña, pero debido a los años que ha permanecido en la oscuridad, decenas de murciélagos se adueñaron ahora de los plafones y lámparas, y se asoman cuando un curioso ingresa.
“Hay cosas muy extrañas aquí, hemos encontrado muchos ruidos dentro de las celdas, hay vibras, malas vibras, pero son testimonios que nos han contado aquí, que sí nos causan la piel chinita. Pusimos iluminación adentro para el visitante, para que no estuviera tan oscuro” dijo Raúl Pérez, un trabajador.
–¿Y esas vibras, los ruidos le asustan?
“Sí asustan, pero siempre nos metemos en grupos, no queremos estar solos”, agregó.
Los turistas podrán conocer esta prisión, donde solo unas cuantas celdas mantienen el mobiliario completo como literas, baños y repisas, así como las cabinas donde los reos eran bañados a manguerazos por los celadores.
Los recorridos a la Isla María Madre, incluyen otras atracciones a algunos de los sitios más emblemáticos, principalmente ubicados en Puerto Balleto, que se asimila a la capital de la isla, ya que ahí se encuentran las oficinas administrativas del ex complejo penitenciario, así como el muelle, el arco de Nelson Mandela. También, se puede hacer senderismo al cristo, visitar el faro, panteón, la salera y la calera, que son organizados por guías de la Secretaría de Marina.
Los costos van desde los 5 a los 8 mil pesos por persona, incluye traslado en ferry, alimentos y alojamiento por tres días y dos noches.
El primer viaje se realizó este miércoles 21 de diciembre, a bordo de un ferry con capacidad para 199 personas, con previa reservación a través del sitio visitaislasmarias.com, desarrollado por Concanaco Servytur.
LP