Han transcurrido 16 meses y de Muros del Agua, José Revueltas no existe nada. En eso se convirtió aquella urgencia presidencial de transformar a la mejor prisión de México en un prometedor centro cultural y celebrar con ello sus primeros 100 días de gobierno, así terminó la prisa por echar, en un lapso de 36 horas, a los últimos 600 reos y acabar con ello una historia de 204 años.
El lugar sería visitado, en el verano próximo al desalojo, por 50 mil niños y jóvenes anualmente, informó el entonces director de Centros Penitenciarios Federales, Francisco Garduño. Y dado que el perfil de espacio no sólo sería cultural los jóvenes visitantes podrían realizar actividades como senderismo así como avistamiento y monitoreo de la fauna silvestre.
Aquellos días todavía de celebración, muy cercanos aún triunfo en las urnas, la entonces titular de la Semarnat, Josefa González-Blanco Ortiz Mena, explicó que el nombre del nuevo centro cultural "Muros de Agua, José Revueltas", serviría como instrumento en la pacificación del país.
Transcurrieron 16 meses de aquellos deslumbrantes anuncios, los protagonistas de ese proyecto no están; Francisco Garduño pasó del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social pasó al Instituto de Migración donde recibió críticas por el maltrato del que fueron objeto varios migrantes en territorio sureño de México; Josefa González-Blanco Ortiz Mena renunció a su cargo en mayo de 2019 tras haber sido criticada por retrasar un vuelo y afectar a los usuarios. La pacificación del país es un tema pendiente, el mayor ejemplo de eso es la violencia, la corrupción y la delincuencia generalizada que se vive diariamente en Guanajuato.
“Muros de Agua, José Revueltas” que sería el ícono de una nueva política “que no se basa en persecuciones políticas es un proyecto detenido no por la pandemia sino porque no se ha formalizado la transferencia de la isla a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Así lo dio a conocer la dependencia en una respuesta a una solicitud de información a girada el 22 de mayo en la que se pide que se dé a conocer los avances de las obras, contratos, contrataciones nuevas con relación al nuevo proyecto.
La respuesta a cada una de las preguntas fue que no se invertido ninguna cantidad de recursos, no se tiene ningún avance de obra, no se ha rehabilitado transformado o construido la infraestructura de lo que fue la cárcel Islas Marías y; tampoco se ha firmado ningún tipo de contrato con relación al futuro Centro Cultural Muros de Agua, José Revueltas.
La respuesta de la dependencia señala sin embargo que la dependencia “tienen para firma los convenios de transferencia de bienes muebles de los cuales durante la primera semana de marzo se realizó el levantamiento y verificación física de los bienes, con personal de Conanp (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas) y PyRS (Prevención y Readaptación Social) y bienes muebles que incluyen la Casa de la judicatura, las viviendas, el auditorio, la biblioteca, entre otros”.
Respecto a los convenios con la Secretaría de Marina indicó que “prácticamente se tiene listo el convenio marco con Semar y se están elaborando los convenios específicos para la alimentación, suministro de agua, comunicaciones, energía eléctrica y transporte de personal a la isla y se agrega el de caminos (perimetral y antenas). Es necesario definir el servicio médico toda vez que Semar anunció que no lo prestará”.
Finalmente indica que con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se están gestionando las respectivas carteras de inversión y la autorización de más plazas para el proyecto están en proceso de autorización por la SHCP para el ejercicio fiscal 2020.
La prisa de aquellos días se convirtió en papeles preparados en 16 meses, frente al decreto con que fue cerrada la prisión mexicana que alcanzó la calificación más alta en respeto a los Derechos Humanos y con una certificación por parte de la Asociación de Correccionales de América.
El principal argumento de Francisco Garduño ante la prensa que visitó las Islas Marías tras el desalojo de sus últimos presos fue que el presupuesto anual asignado a este Complejo Penitenciario era de alrededor de mil 200 millones de pesos, lo que significaba que cada uno de los reos tenía un costo de aproximadamente dos mil 800 pesos diarios, más de 80 mil pesos al mes.
Uno de los principales retos que enfrentaría la Semarnat era rehabilitar el 80 por ciento de las instalaciones del Complejo Penitenciario de las Islas Marías dañado tras el paso del huracán Willa, el 23 octubre 2018.
ledz