El Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta) acusó que durante la administración de Víctor Hernández como director general de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) existió un tráfico de influencias en la asignación de plazas.
Con sueldos anuales de hasta 2.7 millones de pesos, el ex director de Seneam colocó por lo menos una decena de funcionarios en el nivel 92 de la dependencia.
Esto sucede en medio de una reducción en su presupuesto anual, pues le autorizaron a la organización que forma parte de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) para este año 3 mil 873 millones de pesos, 35.4 por ciento menos que en 2021.
De esta cantidad 79.3 por ciento se usa solamente en salarios y gasto corriente, mientras que el resto se aplica en infraestructura y mejoras del sistema.
El Sinacta detalló que el ex director general de Seneam metió a 10 personas en puestos de alto nivel, sin que estos tuvieran la preparación profesional adecuada y con sueldos exorbitantes.
Los señalados, según el sindicato, son Raúl Gumensino Campilla Gómez, Gustavo Alcalá Estrada, José Luis Lerín Gómez Farías, Luis Ramón Aceves Álvarez, Raúl Lujano Sánchez y Arely Gómez Gallardo.
Asimismo, se indicó que los funcionario Alejandro Valdez Souto, Julio Interian, Alejandro Hernández Rosas y Víctor Campilla Castillo igualmente fueron colocados en puestos de alto nivel dentro del organismo del SICT sin tener la preparación profesional necesaria.
El sindicato contó que en el caso de Raúl Gumensino Campilla Gómez, quien funge como coordinador regional de Senam, le pagan anualmente casi un millón 200 mil pesos, es decir, cerca de 100 mil pesos mensuales.
Raúl Campilla solo terminó la carrera técnica de operador de tránsito aéreo en 2005, pero en su perfil no se incluye experiencia laboral previa al cargo que ejerce desde 2020.
En el caso de José Luis Lerín Gómez Farías, que está en el área de apoyo administrativo en capacitación de Seneam, le pagan casi 2.7 millones de pesos anuales.
Cuenta con dos licenciaturas, pero ninguna relacionada con la industria aérea, pues son en áreas de ventas y reclutamiento.
Luis Ramón Aceves Álvarez labora como controlador de tránsito aéreo desde 2019; sin embargo, no tiene experiencia en el sector tampoco, pero sí maestría y doctorado honoris causa en educación.
A este funcionario le pagan un millón 700 mil pesos, cerca de 141 mil pesos al mes, dice Sinacta.
En el caso del coordinador regional de Occidente, Raúl Lujano, con un sueldo de 957 mil pesos al año, es abogado.
Seneam tiene la labor de brindar servicios de ayuda a la navegación aérea con seguridad y ordenar el espacio aéreo mexicano, de acuerdo a la normatividad nacional e internacional aplicable.
Otro caso es Gustavo Alcalá Estrada, jefe de seguridad operacional, del cual se desconoce su experiencia previa en la industria.
Un caso similar es Alejandro Valdés Souto, jefe de servicios de Tránsito Aéreo de Seneam, con dos carreras técnicas y un sueldo anual superior a un millón 400 mil pesos.
Amparos contra rediseño
A pesar de que el martes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no hay problema con el rediseño del espacio aéreo mexicano, el colectivo “Seguridad Aérea, Menos Ruido” dijo que hay 20 amparos activos en diversos juzgados en contra.
En conferencia, Gricha Raether, integrante de este colectivo, detalló que también la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aceptó recibir su queja sobre el impacto negativo que está teniendo el rediseño del espacio aéreo en la contaminación auditiva y sus efectos en el medio ambiente.
Explicó que el siguiente paso en este proceso es que la autoridad ambiental realice una investigación y verifique si realmente existe una afectación al respecto.
Raether comentó que ya empezó a entregar documentación y estudios a la Profepa sobre los perjuicios que está ocasionando el rediseño.
Señaló que ellos verificaron que en las noches el ruido por el paso de los aviones llega a 75 decibeles, cuando realmente de ser 40 decibeles.
ledz