El sacerdote jesuita Javier Ávila pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador revisar la estrategia de seguridad federal, luego del asesinato de dos clérigos de esta comunidad católica ocurrida en la comunidad de Cerocahui, municipio de Urique.
Al celebrarse la primera misa de cuerpo presente de los religiosos en la capital de Chihuahua, el padre Pato, como es conocido este sacerdote de la Compañía de Jesús que radica en la sierra Tarahumara desde 1975, enfatizó que México es un país “invadido por la violencia y por la impunidad”.
“Respetuosamente pido, pedimos, al señor Presidente de la República revise su proyecto de seguridad pública, no vamos bien y esto es clamor popular”, exclamó durante la homilía en el templo del Sagrado Corazón de Jesús.“Los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos”, abundó, al tiempo que los presentes comenzaron a aplaudir.
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El padre Javier Ávila aseguró que el asesinato de los sacerdotes Joaquín César Mora Salazar y Javier Campos Morales, así como del guía turístico Pedro Palma en la sierra Tarahumara no es un hecho “aislado”.
“Este evento lamentable no es aislado en nuestro país, un país invadido por la violencia y por la impunidad”, subrayó.
Ante colectivos de familiares de desaparecidos que acudieron a la misa, el padre Pato destacó que en el país hay “miles de dolientes sin voz que claman justicia”.
Antes de concluir su mensaje, el clérigo remitió a las palabras del Papa Francisco en referencia a estos crímenes cometidos el lunes pasado en Cerocahui, comunidad enclavada en la barranca de Urique.
“¡Cuántos asesinatos en México!, fueron sus palabras”, refirió.
EHR