Había charros, una piñata, bailarines con máscaras y música. El jefe de la diplomacia estadunidense en México, Ken Salazar, se despidió de su cargo develando la placa de la embajada más grande que tendrá Washington en todo el mundo, en la colonia Irrigación en la Ciudad de México.
El embajador, con sombrero y traje, la vestimenta usual con la que se le vio en cientos de ocasiones aseguró que la placa es un “símbolo de la unidad, la esperanza y los lazos duraderos entre nuestras naciones, así como una muestra de los valores democráticos que nos unen”. Durante el evento, hubo una participación especial del Ballet de México de Amalia Hernández, y los músicos Jesse y Joy interpretaron los himnos nacionales de ambos países.
Salazar estuvo arropado por empresarios, políticos mexicanos, funcionarios estadunidenses y empleados que han trabajado desde 2018 en la edificación de las instalaciones de lo que será la nueva embajada, y que de acuerdo con quien fue el director de la Oficina de Operaciones de Construcciones en el Exterior del Departamento de Estado, William Moser, contará con la certificación más alta en materia de sustentabilidad medioambiental.
“Verdaderamente es un centro regional para la cooperación en América Latina y América del Norte, con Estados Unidos, México y Canadá por la importancia que tienen”, aseguró el embajador Moser sobre la edificación, que cuando sea inaugurada, se prevé que albergue a más de mil 400 trabajadores en 55 mil pies cuadrados de espacio.
Salazar aprovechó para recordar cómo y para qué llegó a México, el país donde representó los intereses de Washington bajo el gobierno de Joe Biden: “transformar la relación, hacer socios, socios principales en la economía, apoyando los avances que hemos hechos por el tema”.
Además, recordó algunas de las prioridades que hubo durante su administración. “El arreglo internacional más moderno en la historia de la humanidad (TMEC), trabajar como socios para seguridad, que es tan fundamental para la democracia del pueblo, que se pueda obtener, no soplo en México sino en Estados Unidos.”
El diplomático estuvo acompañado de personajes, pero destacó el nombre de Lázaro Cárdenas Batel. Ex gobernador de Michoacán, jefe de la Oficina de Presidencia de Andrés Manuel López Obrador y el hijo del ex presidente Lázaro Cárdenas del Río. También estuvo el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri y el alcalde de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe. De la iniciativa privada estuvo presente la CEO de AT&T México, Mónica Aspe, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes y representantes de la American Chamber.
Así, rodeado de gente cercana, también envió un mensaje al presidente electo, Donald Trump: “la visión de dividir, de hacer muros, de ver a gente inferior a otra gente, esa no es la visión de nosotros. La visión de nosotros es hacer socios iguales y de una familia”.
Con optimismo, aseguró que se va del cargo, y del país, pero dejando la relación bilateral en su mejor situación: “estamos más unidos ahora que en cualquier otro momento”. Jesse y Joy concluyeron el evento con una presentación musical, que cerró con la canción ¡Corre!
LG