Catalina ha sido cocinera de la fonda Krikas desde hace 15 años y nunca pensó que un día, sería la encargada de hacer los desayunos y las comidas del próximo Presidente de México.
“Pues con nervios, pero preparamos todo bien y me sentí emocionada, feliz de que me haya tocado hacer el desayuno del presidente. Yo creo que le gustó el sazón, los desayunos que le mandábamos, la comida yo creo que le gustó”, expresó Catalina.
Ríe cuando le dicen que es la cocinera más famosa de la colonia Roma, y dice orgullosa que se esmeró al preparar los huevos motuleños, a la mexicana y los chiles en nogada, algunas de las comidas preferidas del tabasqueño.
Las comidas corridas de 65 pesos o hasta 125 si elegías un platillo fuera del menú del día, se volvieron las favoritas y quizá la única opción de López Obrador, de los reporteros y de todo aquel que acudía a esperar horas para ver al próximo Presidente, entregarle una petición o tomarse una foto.
Para los encargados de enviar la charola que a diario ingresaba y salía de la oficina del presidente electo también fue una experiencia que dicen, no será tan fácil de olvidar.
Como doña Mago, que asegura que cuando supo que López Obrador estaría ahí y le llevarían sus alimentos, no pudo contener la emoción.
“Pues nosotros teníamos que esmerarnos en darle todo bien, su desayuno, hasta darle un poquito más, que se vea bien, todo, pero que le gustara, más que nada porque si no pues ya no pide.
“Y muy emocionada porque es la primera vez que nos toca darle de desayunar al presidente, feliz porque toda gente quisiera darle de desayunar y no han tenido la oportunidad y a nosotros que se nos dio la oportunidad de darle de desayunar pues muy contentos tanto como el dueño como todos los encargados”.
Humberto Suárez es el dueño de este restaurante desde hace 25 años y asegura que mientras para algunos vecinos fue incómoda la movilización de la zona, a él se le duplicaron sus ventas.
“Imagínese estarle llevando la comida a la casa donde él estaba, sus oficinas pues será bastante halagador. Justo eso venía pensando en la mañana que aquí en la Roma hay muchos restaurantes de mucho más lujo y decidió pedirnos a nosotros, por algo sería, porque nuestra comida es buena”.
“Tuve la oportunidad de saludarlo personalmente y le pregunté fuera de lo que es la política, le pregunté que qué le parecía la comida que le mandábamos y que si le gustaba y su comentario fue: 'de primera, de lujo', ese fue su comentario nos dio las gracias por las atenciones que teníamos con él”.
El martes fue el último día que López Obrador estuvo en Chihuahua 216 y la ausencia se nota en las calles, en el tráfico, en el silencio e incluso en las mesas vacías de la ya tradicional fondita.
“Ahora que se va en lo personal yo sí lo siento, incluyendo a todos los reporteros que nos hicieron el favor de acompañarnos, casi casi aquí fue el restaurante de los reporteros y siempre con el gusto de servirles también a ustedes, ahora pues lo que venga, ya estaremos aquí.
“Para nosotros yo creo que esta oportunidad nunca más volverá a pasar, como negocio fue bastante positivo y personalmente para mí también fue una satisfacción haber vivido estos momentos tan agradables, estos momentos te repito nunca más los volveremos a vivir en la historia”.
nerc