La lluvia que se registró en Quintana Roo este mediodía complicó el descenso de Andrés Manuel López Obrador del avión comercial que lo trasladó de la Ciudad de México.
Tras aterrizar, la tripulación comenzó el descenso de pasajeros, pero tras unos minutos interrumpió este proceso pues la intensidad de la lluvia aumentó en el Aeropuerto Internacional de Cancún, ubicado en el municipio Benito Juárez.
Los trabajadores de la empresa Viva Aerobús, en la que viajó el presidente electo, informó que por la lluvia esperarían cinco minutos para continuar con el descenso de pasajeros, por lo que cerraron las puertas.
Tras unos minutos permitieron bajar a unos cuentos pasajeros, pero enseguida cerraron la puerta nuevamente.
Personal de la Ayudantía llevó hasta el avión un par de sombrillas, pero la tripulación decidió mover el avión a un túnel para cubrir a los pasajeros, incluido López Obrador, de la lluvia.
El mal tiempo ocasionó que el presidente electo quedara varado durante 20 minutos.
No es la primera ocasión en que el mal tiempo le juega una mala pasada a López Obrador, apenas el 19 de septiembre el vuelo en el que pretendía regresar a la Ciudad de México tuvo casi 4 horas de retraso, y durante un cierre de campaña en Tepic tuvo que retrasar tres horas su evento.
“En toda esta región, en la Riviera Maya llueve muy fuerte; aguaceros, pero se quita y luego, al poco tiempo ya hay sol (…) ya estoy acostumbrado a todo esto porque lo he vivido en otros tiempos”, dijo a reporteros una vez que pudo descender.
López Obrador se reunirá hoy con el gobernador Carlos Manuel Joaquín González y luego encabezará un mitin en la capital como parte de su gira de agradecimiento.