Una de las elecciones intermedias más trascendentales de las últimas décadas se desarrollará en medio de la pandemia del covid-19, a ello se sumará una polarización política como nunca se había visto y un país sumido en la crisis económica y social más profunda desde la década de los treinta.
La crisis económica y de salud vino a cambiar la forma de hacer campaña y política, pero estas elecciones el juego es: generar contrapeso.
Analistas políticos coincidieron en señalar de la necesidad de generar un contrapeso al Poder Ejecutivo, y esa será la gran batalla que librarán los partidos políticos y una sociedad lastimada y ávida de un verdadero cambio.
Juan Carlos Montero, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey, expresó que se espera una elección polarizada y una disminución en el número de diputados de Morena, dado que Andrés Manuel López Obrador no aparecerá en la boleta y no arrastrará a sus candidatos como sucedió en el 2018.
“Se esperaría que Morena tenga un retroceso y el PRI y PAN recuperen algunos escaños de la Cámara Alta y Baja”.
O bien que la pandemia y la crisis económica pueden ser un elemento que si la oposición lo capitalice pueda lograr el contrapeso, pese a que para las fechas (6 de junio), la vacuna deberá estarse aplicando masivamente y Morena será quien capitalice esto, apuntó el analista.
Para Gilberto Miranda, analista político, las elecciones se desarrollarán en medio de una pandemia y con una crisis económica y social sin precedentes en México.
“Hay un contexto económico cuesta arriba que no estaba pronosticado por nadie; muchos negocios han cerrado, las familias han perdido alguno o varios miembros producto del covid-19”.
En Nuevo León, la pandemia vino a sumar e incluso agudizar problemas que ya se tenían (como la inseguridad, el narcotráfico, la contaminación, la movilidad), y veremos qué tanto se vuelven parte de la agenda de los candidatos.
La pandemia vino a cambiar la forma de hacer campaña y de hacer política.
En dado caso que la incertidumbre sobre el tema de salud se prolongue hasta junio habrá mucho miedo entre la sociedad para salir a votar, opinó José Fredman Mendoza, catedrático de la UDEM.
“Podríamos estar en el escenario donde la gente no vaya a participar y eso ayudaría a las estructuras de los partidos”, añadió.
En el caso de la elección en Nuevo León, los temas que deberán estar en la agenda de los candidatos son inseguridad, medio ambiente, corrupción, salud y presupuesto, comentó Javier Navarro-Velasco, presidente del Consejo Cívico de Nuevo León.
Ángel Quintanilla, analista político, mencionó que el público elector querrá escuchar de los candidatos soluciones a problemas como la crisis económica, la pérdida de empleo y la salud que son variables que hace un año no se tenían.
Las elecciones serán diferentes porque estamos en un contexto atípico.
Hay la expectativa que se logre impulsar un contrapeso en la Cámara de Diputados y Senaduría.
¿Y los empresarios?
El sector empresarial siempre ha desempeñado un papel importante en las elecciones, pero ¿qué papel jugarán en este proceso electoral?
El analista político Plácido Garza señaló una especie de pasividad alarmante del sector empresarial para participar en política.
“Están dejando pasar una oportunidad de oro, porque si se logra arrebatarle a Morena el control del Congreso de la Unión, los empresarios tendrán que ir de rodillas a los partidos que vayan a lograr esa mayoría y quién sabe cómo les vaya”.
Si se llega a gestar una nueva fuerza política en México, el sector empresarial quedará fuera.
“Es un error de los empresarios no participar directamente en política en estos momentos y lo pagarán muy caro con el tiempo”.
Garza dijo que en México en este momento no hay contrapesos, y los empresarios deberían ser los actores principales, no lo están haciendo y no lo quieren hacer porque tienen miedo a AMLO.
Ángel Quintanilla coincide con Garza en esa pasividad del sector empresarial y afirmó que ha sido “muy timorato” en no querer tomar de lleno una posición de confrontación y crítica. Una posición frontal de oposición al régimen.
“Ahora vivimos el pragmatismo, la telecracia, ya que los partidos solo se preocupan por mantener su registro. De ahí que ahora vemos alianzas extrañas entre partidos que antes eran inimaginables”.
Gilberto Miranda es más moderado en su visión sobre el sector privado, al referir que éste históricamente siempre ha preferido un modelo de influencia que de participación directa en las elecciones, y en esta ocasión no será la excepción.
“Estamos viviendo una era donde parece que la desconfianza se ha instalado y ahora se desconfía hasta de las instituciones y los liderazgos tradicionales, no solo en la política, sino en todos los aspectos de la vida del país”.
Señaló que espera que la participación ciudadana se mantenga e incluso se supere en comparación a otras elecciones intermedias.
Juan Carlos Montero, profesor de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey, manifestó que no le extrañaría ver al CCE cercano a Morena, en la figura de Clara Luz Flores Carrales.
“Los empresarios están desempeñando un papel importante de confrontación y negociación en temas específicos con el presidente López Obrador. Por un lado está la Coparmex como uno de los grupos más agresivos en contra de López Obrador y sin duda ellos apoyarán a la alianza Juntos por México.
Sostuvo que serán elecciones de confrontación, polarización y a nivel local se esperarían propuestas, pero también habrá juego sucio.