A propuesta de la bancada de Movimiento Ciudadano, la Legislatura analiza la posibilidad de reformar el Código Penal del Estado de México, con el fin de tipificar el suicidio feminista y evitar que los casos donde la violencia induce a la muerte queden impunes.
La diputada Juana Bonilla Jaime subrayó que es tanto el daño psicológico causado a una persona, por razones de género, donde el resultado no es una denuncia, sino el suicidio, por lo cual se deben considerar este tipo de conductas y sancionarlas penalmente.
La incidencia
En la entidad la tasa de suicidio fue de 18.1 por ciento por cada 100 mil habitantes en 2021. El reporte de defunciones por lesiones auto infligidas intencionalmente, el año pasado, fueron la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años en México, mientras que en la población de 25 a 34 años fue la sexta causa de muerte.
La iniciativa para reformar el artículo 281 del Código Penal de la entidad, se encuentra ya en la comisión de Procuración y Administración de Justicia del Congreso local, en espera de fecha para arrancar el análisis y emitir el dictamen correspondiente.
La propuesta señala que comete el delito de feminicidio quien prive de la vida o induzca al suicidio a una mujer por razones de género, por lo cual se castigaría hasta con 70 años de prisión.
La legisladora indicó que el objetivo es proteger a las niñas, adolescentes y mujeres del Estado de México porque la violencia contra la mujer debe ser atacada desde diversos frentes, especialmente en el campo psicológico, donde se puede generar un mayor daño invisible y permanente con consecuencias fatales.
“Si bien la acción final es la más grave porque corresponde a terminar con la vida propia, existen una serie de factores externos e internos que inciden en la toma de esa fatal decisión donde la conducta no es exclusivamente un problema de salud mental pues tiene profundas implicaciones sociales, donde ven en el suicidio la única salida a una situación”.
Se estima, indicó, que el riesgo de suicidio en personas con trastornos como la depresión es de seis a 15 por ciento; el alcoholismo de siete a 15 por ciento; y la esquizofrenia de cuatro a 10 por ciento, pero también existen factores que influyen para que una persona tome esa decisión, propiciados por terceras personas.
La violencia psicológica no se ve
La legislación actual reconocer la violencia psicológica cuando por cualquier acto u omisión se dañe la estabilidad psicológica, por negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales conducen a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio.
En la actualidad, enfatizó la emecista, se ha determinado que el daño psicológico es mucho más perjudicial que el físico o económico, por lo cual muchos agresores han encontrado esta modalidad como la menos llamativa de atención, pero más eficiente para sus fines perversos.
“Los suicidios de mujeres muchas veces son consecuencia directa de su desesperación por sufrir de tanta violencia, que disminuye su autoestima y al no encontrar esperanza. Ellas no lo hacen porque no quieran vivir, lo hacen porque ya no quieren sufrir. Esta es una nueva forma de llegar al feminicidio indirecto, ese hostigamiento tanto físico como psicológico que va distorsionado la realidad de la víctima hasta que prefiere terminar con su vida que continuar con esa serie de abusos” refirió.
BAFG