Arturo El Negro Durazo se libró de acusaciones de narcotráfico gracias a las "influencias" de José López Portillo, de acuerdo con un informe de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales (IPS) de la Secretaría de Gobernación, que actualmente se encuentra resguardado en el Archivo General de la Nación.
El expediente secreto del que fue director de Policía y Tránsito del Distrito Federal contiene una ficha elaborada en 1987 en la que se consigna una acusación por narcotráfico cuando se desempeñaba como jefe de Seguridad de la campaña electoral del candidato del PRI a la Presidencia de la República y amigo suyo desde la juventud, López Portillo.
"Durante este cargo fue acusado por tráfico de cocaína ante una corte de Miami, Florida, el 29 de enero de 1976, sin embargo, por influencias del candidato el caso fue cerrado", indica el texto sin dar más detalles al respecto.
El mismo informe señala, párrafos más adelante, que se le implicó con el entonces director de la División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), Francisco Sahagún Baca, "en la muerte de varios colombianos que aparecieron en el Río Tula". En ese momento a Durazo se le seguía un proceso por los delitos de amenazas cumplidas y acopio de armas prohibidas.
De acuerdo con otro informe contenido en el expediente negro de El Negro, el jefe policiaco se comprometió en julio de 1982 ante líderes políticos de oposición que, “a más tardar el 8 de septiembre” de ese mismo año, tendría los resultados de la investigación de los asesinados en Tula.
En el documento fechado el 8 de julio de 1982, un agente daba cuenta del espionaje a una reunión de Durazo con Guillermo Aguilera y Arturo Martínez Nateras, secretarios generales del Partido Social Demócrata (PSD) y del Liberal Mexicano (PLM), respectivamente. Durante el encuentro se comprometió con los visitantes a que el informe “dará nombre, lugares, fechas y causas que motivaron el acto criminal”.
En esa misma reunión los políticos también le pidieron que disolviera la División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, a la que calificaron de ser una “corporación nefasta”. Al respecto, el nombrado “general” de la policía capitalina, sin haber tenido una carrera militar, señaló que no la disolvería, pues de hacerlo, “la ciudad se convertiría en una jungla”.
El 29 de junio de 1984 Durazo fue detenido por agentes del FBI a su arribo a Puerto Rico procedente de Brasil, además de que continuaba su proceso por amenazas cumplidas y acopio de armas prohibidas, según los documentos incluidos en la versión pública (de 261 fojas, contenida en la caja 59), que actualmente es resguardada en el Palacio Negro de Lecumberri.
CLAVES
“PRINCIPESCA”
Durante la reunión, Martínez Nateras, del PLM, le preguntó: “Cómo es posible que un jefe de Policía pueda sostener una mansión principesca en la carretera al Ajusco”.
“SIN ROBAR”
El Negro le respondió que no aceptaba de nadie críticas en ese sentido, “pues su fortuna la había hecho a la buena y sin robar”.