Los fantasmas de las Islas Marías

En 113 años de existencia, el conjunto penitenciario guarda historias de fantasmas y de presos que se volvieron leyenda.

Camino en las islas Marías (Omar Franco)
Verónica Díaz
Ciudad de México /

Fue en el año 2010 cuando por una cuestión de amores Gladys se colgó de un árbol para pasar a la historia de este conjunto penitenciario como uno de los fantasmas favoritos.

Otro personaje es el marino que se aparece, según la leyenda, para reprender a los malportados. La versión marina de La Llorona se especializa en atormentar a los nuevos habitantes de este sitio.

Además de estas leyendas, en la Isla María Madre se encuentra un pequeño cementerio en donde hay lápidas desde 1908 y 1910.

Entre esas tumbas se hallan las de José Ortiz Muñoz alias 'El Sapo' quien provenía de la cárcel Lecumberri por una condena a causa de los asesinatos que cometió.

Al llegar a las Islas Marías, El Sapo anduvo mucho tiempo armado con machetes hasta que otro legendario personaje de este lugar, Juan Manuel Martínez Macías, el Padre Trampitas, lo convenció de desarmarse y convertirse al cristianismo.

Una vez que El Sapo dejó los machetes, fue asesinado; el padre se llenó de culpa y pidió que al morir fuera sepultado junto a El sapo.

Al fallecer en 1992 en Guadalajara, el cuerpo del Padre Trampitas fue trasladado a las Islas Marías para descansar eternamente junto a su amigo

De ello dan cuenta las dos sepulturas que aún se conservan en el panteón de lo que será ya el Centro de Educación Ambiental y Cultural 'Muros de Agua', José Revueltas.

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