Presidente de la Mesa de Decanos de la Cámara de Diputados a los 92 años de edad, el legislador priista Augusto Gómez Villanueva reafirma su lealtad al ex presidente Luis Echeverría casi medio siglo después de concluido el sexenio 1970-1976.
“Echeverría no sólo fue un creador de instituciones, sino un presidente que tuvo como uno de sus principales propósitos defender la paz, la soberanía y las libertades democráticas”, afirma con absoluta convicción.
Gómez Villanueva está incluso por dar a conocer una obra con las memorias de al menos 30 ex colaboradores de Luis Echeverría, entre ellos Beatriz Paredes, Silvia Hernández y Heladio Ramírez, entre otros.
En entrevista con MILENIO, el diputado federal del PRI relata anécdotas con el ex mandatario, quien ahora se encuentra enfermo y con poca movilidad en su domicilio.
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“En el momento en que lo lanzamos a la presidencia de la República, ahí frente a la Secretaría de Gobernación, dijo ‘Zapata tiene las botas puestas y el caballo ensillado’. Estaba ahí comprometiéndose con los campesinos a poder llevar adelante la reforma agraria y la cumplió”, señala.
-¿Qué recomendación le haría, si pudiera hacerle alguna, al presidente Andrés Manuel López Obrador con respecto a la conducción del país el día de hoy?- se inquiere al también ex secretario de Estado y ex embajador.
-Yo creo que tenemos un camino y el camino es entender que en la democracia que hoy se ha desarrollado en la alternancia, la única opción que nos queda para mantener la democracia, como una verdadera cuarta transformación, es un presidencialismo parlamentario.
En el marco del cumpleaños número cien del ex presidente Luis Echeverría, ¿cómo recuerda su colaboración con él en el tramo 1970-1976?, incluso hay quienes lo califican a usted como el último echeverrista…
Nosotros estamos haciendo una publicación editorial de las anécdotas y narraciones de convivencias al lado del presidente Echeverría. Hemos logrado por ahora invitar 30 compañeros nuestros que han sido colaboradores del licenciado Echeverría. No es una memoria, es el intento de que a los cien años le rindamos homenaje quienes tuvimos oportunidad de compartir a su lado.
El régimen de Echeverría es un capítulo de la historia que se mide por su congruencia como ser humano y su entorno familiar, en su conducta familiar, como un ciudadano. Hablamos de un Echeverría no solo como líder, sino como político y como hombre público, pero comprometido con una causa social sobre todo por México y su historia y de las instituciones. Echeverría no solo fue un creador de instituciones, sino un presidente que tuvo cómo uno de sus principales propósitos defender la paz, la soberanía y las libertades democráticas.
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¿Cuál diría usted que es su anécdota, digamos, más afortunada con el ex presidente Echeverría?
En el momento en que lo lanzamos a la presidencia de la República, ahí frente a la Secretaría de Gobernación, dijo ‘Zapata tiene las botas puestas y el caballo ensillado’. Estaba ahí comprometiéndose con los campesinos a poder llevar adelante la reforma agraria y la cumplió cada día porque él nos hizo la pregunta siempre de qué era lo que faltaba para poder materializar el proyecto para entrar de la fase de entrega de la tierra a la organización.
¿Frecuenta todavía a Luis Echeverría?, ¿cuándo fue la última vez que lo vio?, ¿qué le platica?
En realidad, Echeverría vive para México, se informa todos los días de lo que pasa en el país, tiene la forma de hacerlo, de tal manera que hay la lectura de sus propios hijos de los medios de información escritos, de los libros cuya novedad implica algunos de los elementos de análisis y de reflexión sobre México, pero lamentablemente los temas de salud no le permiten la movilidad que pudiera tener o desear. Sin embargo, yo creo que cuando al libro le ponemos Un credo por México, es que Echeverría vive pensando en el país.
Él fue congruente, porque a sus hijos no les dio por los negocios (…). Muchos me han llamado para decir ‘yo quiero escribir sobre Echeverría’, pero bueno, lo haremos en una segunda edición para buscar la forma de incorporar todas aquellas remembranzas, recuerdos gratos, al mismo tiempo beneficios a campesinos que recibieron la tierra y que lo recuerdan con un gran cariño. Ustedes verán en las memorias cómo hay expresiones de la propia Beatriz Paredes cuando era una niña que participó en un concurso de oratoria y cómo la integró el licenciado Echeverría para que dijera un discurso en su momento y ella como Silvia Hernández, el propio Heladio Ramírez y muchos jóvenes de esa época.
Son múltiples las anécdotas de cómo el presidente Echeverría en cada parada, si el camión abrió las puertas para hablar con el pueblo, no estaba rodeado de protección para impedir que se comunicara.
Desde su visión histórica, su cercanía con el ejercicio del poder y la conducción de las políticas públicas, ¿qué recomendación le haría, si pudiera hacerle alguna, al presidente Andrés Manuel López Obrador con respecto a la conducción del país el día de hoy?
Yo creo que tenemos un camino y el camino es entender que en la democracia que hoy se ha desarrollado en la alternancia, la única opción que nos queda para mantener la democracia como una verdadera cuarta transformación es un presidencialismo parlamentario, es decir, que tenemos que pensar en una reforma del Estado, en una reforma del gobierno, en una reforma que nos permita a todos los mexicanos, que somos de expresión de esa nueva sociedad, tener cabida en la conducción del gobierno, de tal manera que nosotros contribuyamos a ese desarrollo, pero no en una postura regresiva que conduce a los riesgos de la dictadura, sino de postura de visión hacia el futuro, de construir el desarrollo de las instituciones.
AMP