"Sangré": así fue el día que le lanzaron una piedra a Luis Echeverría en la UNAM

El priista fue rozado tras un evento en la Facultad de Medicina. Tras el golpe, regresó a Los Pinos, "me di un 'regaderazo' y continué trabajando", relató.

Luis Echeverría presentó una lesión en la cabeza tras acudir a la UNAM. | Archivo Milenio
Ciudad de México /

Entre las historias que se suscitaron durante el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, de 1970 a 1976, se encuentra la vez que el entonces presidente visitó Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y un estudiante le lanzó una piedra.

A unos años de las matanzas estudiantiles de 1968 y 1971, la de Tlatelolco y el 'Halconazo', respectivamente, Echeverría entró a Ciudad Universitaria el 14 de marzo de 1975 para inaugurar los cursos de ese año.

"Fui a la universidad con la conciencia tranquila de lo que había ocurrido en los movimientos estudiantiles, de otra manera no hubiera ido, con un espíritu de conciliación. (...) Consejeros y colaboradores me recomendaron que no fuera", dijo Luis Echeverría en entrevista para el documental Grítenme, piedras del campus: Echeverría en la UNAM.

El evento se desarrolló en el auditorio de la Facultad de Medicina, recinto que fue "tomado" por personal del Estado Mayor desde la madrugada y que se encontraba lleno de estudiantes, relató el dirigente estudiantil Joel Ortega.

El entonces presidente señaló que en el lugar habían muchos alumnos y que fue recibido por dos grupos, quienes lanzaron consignas distintas sobre su gobierno.

El evento fue "saboteado por grupos de alumnos que empezaron a proferir insultos y sacaron de cause esta ceremonia", narró Guillermo Soberón, rector de la UNAM de esa época.

Durante su discurso, entre un barullo generalizado, Luis Echeverría ofreció un discurso, en el que señaló la intención de buscar una conciliación entre la comunidad universitaria y el gobierno.

Sin embargo, ante la respuesta de un sector opositor, el priista clamó: "mi gobierno, que es uno de universitarios, aceptó el reto del diálogo, no de la gritería anónima, la gritería anónima no es valiente, es cobarde. (...) Así gritaban las juventudes de Mussolini y de Hitler", mientras señaló a los estudiantes.

Jorel Ortega tomó la palabra y condenó el actuar del gobierno. El evento terminó y, según recordó Echeverría, comenzaron a sonar cristales rotos y pedradas, lo que consideró como "un grupo distinto que no era de universitarios".

"Comenzaron a aventar muchas piedras y, a la salida, me rozó una y me rompió el cuero cabelludo. Sangré, regresé a Los Pinos, me di un 'regaderazo' y continué trabajando", dijo el priista.

El rector Guillermo Soberón señaló que los responsables eran "gente muy curiosa que venían con unos morralitos llenos de piedras" y que nunca se supo quién los llevó al lugar o con qué finalidad.

"Con el 10 de junio (Echeverría) se consolidó como presidente y los estudiantes ya no volvieron a movilizarse hasta 1986; apenas pudieron desahogarse pírricamente con la pedrada que Echeverría recibió en 1975 en Ciudad Universitaria", escribió José Agustín en el libro Tragicomedia Mexicana.

ROA

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