Un hombre entró caminando al Salón Tesorería del Palacio Nacional y platicó por un minuto con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Este hombre identificado como José Luis tuvo tiempo de rascarse la nariz, acomodarse el cubrebocas que traía a la altura de la barbilla y hacerle una petición de ayuda al mandatario. Estuvieron frente a frente, se tocaron y nadie intervino. Pero ¿cómo pudo un hombre vulnerar la seguridad del sitio más vigilado del país?
Entre el personal de seguridad, el staff de La Mañanera, e incluso la oficina de atención ciudadana, tienen teorías que ya están en investigación, una igual de increíble que la otra.
La cocina
La primera versión que está sobre la mesa es que este hombre originario de Durango, que está buscando rehacer su vida y conseguir trabajo tras estar dos años preso, logró ingresar a Palacio Nacional por la puerta de Moneda, es decir, por donde entran los empleados de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y los medios de comunicación que cubren la conferencia matutina.
Para hacerlo tuvo que pasar al menos tres filtros: el primero en la calle de Moneda donde se pide identificación de quien entra al Palacio Nacional; el segundo, ya adentro, otro filtro donde se hace la revisión de las pertenencias de quienes ya entraron y se les toma temperatura y pasan por un arco detector de metales. Y superando ese, hay que estar anotado en la lista que se revisa antes de entrar al Salón Tesorería.
Pasando estos tres filtros hay acceso total. Sin embargo, el staff piensa que el hombre en lugar de llegar hasta el salón, entró por una puerta que conduce a una cocina industrial que está a un costado del salón donde hay personal de Cepropie y está el set de los traductores de lengua de señas de lo que habla el presidente en La Mañanera.
Justo en ese sitio hay una puerta de salida a la parte trasera del templete donde cada mañana se para el Presidente, justo por donde se vio entrar al espontáneo.
El escapista
En Palacio Nacional hay una segunda versión que complica más el escenario. Aunque en La Mañanera se dijo que tras la irrupción el hombre fue conducido a la oficina de Atención Ciudadana para conocer sus demandas, se informó de manera informal que José Luis estaba siendo atendido ya desde antes de comenzar la conferencia, es decir, antes de las 07:00 horas ya dentro de Palacio Nacional.
Esto abrió la posibilidad entre los empleados a que José Luis pudo haber escapado sin autorización de la oficina desde donde ya era atendido y se coló al Salón Tesorería para plantear sus demandas directamente al Presidente.
Sin embargo, aún estando dentro del recinto, hay militares y personal de seguridad desplegado por toda la zona para evitar que haya personas ajenas en sitios restringidos. Es decir, para llegar al Salón Tesorería hay militares colocados para que nadie vaya más allá de los Patios Marianos que son la antesala a este salón, por ejemplo.
El profesional
La versión original y menos probable, según los trabajadores de Palacio Nacional, es que esta persona se haya colado sin ser detectado por alguna de las puertas o por el estacionamiento.
Y esta posibilidad está casi descartada porque ya sea por el ingreso de empleados y reporteros, por la puerta donde entran los funcionarios o por donde entran los autos hay más de un militar cuidando el acceso. Aún así, este hombre apostó todo y logró llegar hasta López Obrador sin ser molestado, tocó al Presidente, habló con él por 60 segundos y se retiró.
Aunque hay una investigación en curso, hasta ahora nadie sabe con certeza cómo un civil logró estar cara a cara con el Presidente sin ser detectado con el riesgo a la seguridad nacional que eso significa.
icc