Marca el nombre de un pueblo con muchas necesidades: Ulloa

Entrevista

El legislador local morenista cuenta un poco de su historia profesional, política y personal.

El legislador emigró de Chiapas a Neza. (Tania Contreras)
Claudia Hidalgo
Toluca /

Originario de Chiapas, de una comunidad que impuso el nombre de “Tierra y Libertad” sobre el de Pascual de Ortiz Rubio, el diputado local Gerardo Ulloa Pérez ya es “territorio Neza”, el lugar al que llegó en 1991 sin conocerlo y hoy, a 28 años de distancia, no cambia por nada.

Aunque ha sido víctima de la delincuencia sigue disfrutando de salir a correr o en bicicleta por las calles de Nezahualcóyotl, donde encontró su oportunidad de laborar como maestro de educación física, lo que a sus 53 años sigue siendo su gran pasión.

El cuarto de siete hermanos. Dos de ellos involucrados en el ambiente político antes que él: Emilio y Carlos Alberto; pasó sus primeros años en el ámbito deportivo que lo llevó a Neza y de ahí a la política que tampoco abandona. 



¿Cuándo llega a la entidad? 

Llegué en 1991 como profesor de Educación Física. Estudie en La Normal en Chiapas y a los 19 años era maestro en Chiapas, luego me mudé a Neza y estudie la licenciatura en la Escuela Superior; ejercí nueve años como coordinador de educación física en preescolar, primaria y secundaria, en Chimalhuacán, cuando “La Loba” controlaba todo.

Vine al estado porque ahí estudiaba Emilio en el IPN; él llegó cinco años antes, después mi hermano Carlos Alberto; yo llegué para mejorar mi condición de vida, porque en el sur del país no había fuentes de trabajo.

En 1991 había una asociación civil que se llamaba “Movimiento de Lucha en Nezahualcóyotl” y una parte de los dirigentes me invitaron a participar en el área deportes, que era estar en las calles, las colonias y deportivos, ahí voy conociendo lo que es política y en el año 2000 me dan la oportunidad de ser candidato.

Pedí permiso para ausentarme sin cobrar salario; cada año recurro al artículo 43, desde entonces no he regresado, tengo licencia. Ahí están mis claves, sólo voy cada año a actualizar mi permiso. ¿Regresaré? No lo sé, pero ya no me veo como profesor de Educación Física. Por la edad. Es una actividad que desgasta, seis o siete horas diarias en la cancha, frente a 30 o 50 jóvenes. 




Desde entonces me gustaba leer los periódicos deportivos como el Esto. Me gusta correr, andar en bicicleta, nadar, caminar montaña; lo hago por salud, cotidianamente, al menos tres o cuatro veces a la semana, dependiendo de la actividad política que tenga al día. Mi lugar favorito para ello es La Marquesa y si no en algún gimnasio. 

En Neza también vive mi hermana Giselle; dos hermanos residen en Tuxtla y otro en Veracruz. Mi padre falleció, mi madre vive en mi pueblo que es “Tierra y libertad”. 

¿Los marcó el nombre?

Sí, nos marca mucho el nombre de un pueblo con muchas necesidades. No venimos de extracción campesina, más bien de comerciantes, pero convivimos mucho con amigos campesinos.

¿Cambiaría de nuevo la educación física por la política?

Son procesos de la vida, no me imaginaba llegar a ejercer la política, mi anhelo durante toda la vida fue ser profesor de educación física, desde primaria practicaba el deporte, ya en un proceso me llego la oportunidad, de la cual no me arrepiento.

Para mí la educación física es mi todo, me llena, pero creo que puedo aportar más de este lado. Esa profesión era mi pasión, en 1993 a través de un concurso nacional me gane la plaza, obtuve el quinto lugar.

¿Qué lee? 

Estoy leyendo a Paco Ignacio Taibo, “Patria 2. La invasión francesa”. Es un hábito rutinario, me gusta mucho la historia, me apasiona, tenemos que saber de nuestro país; leo también a Elena Poniatowska, desde luego a García Márquez, Octavio Paz, todo lo que tiene que ver con México.

Me gustan las biografías de Gandhi, Mandela, Fidel, todos esos personajes. De música me gusta Joaquín Sabina, Mana, José Alfredo Jiménez y el guatemalteco, Arjona. Creo saber bailar, tengo ritmo, no al nivel de Tango, pero sí. 

 

¿Hijos?

Cuatro, el más grande nace en Chiapas, los otros tres en Nezahualcóyotl: Gerardo, Valeria, Sebastián y Camila. El mayor tiene 27 años, le gusta y hace política en la CdMx.

Valeria estudia sociología; Sebastián es deportista, juega en Tigres, en la sub 20 y la más chica está en una prepa de la UNAM. Soy viudo, en 2007 falleció mi esposa, he tenido novias, pero no me he vuelto a casar.

¿Fue complicada la crianza?

Cuando falleció mi esposa, mi hija la más pequeña tenía tres años, me convertí en padre y madre. La escuela, higiene, cosas que se me complicaban, no sabía nada, había que comer, vestirlas, salud; hay detalles que solo la mamá sabe y se me complicaba, Nos costó mucho, pero al final convertimos todo en algo positivo y somos felices.

LC



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