La presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra, convocó a los sectores productivos y a los Poderes de la Unión a enfocar sus esfuerzos en aprovechar la relocalización industrial y atraer a México la inversión extranjera directa a través del “nearshoring”.
“Tenemos que estar preparados y no llegar tarde, poner en el centro del debate a las personas para generar riqueza, no hay que tener miedo a ese término, generación de riqueza, es un binomio, capital y trabajo que genera riqueza y el país se va hacia arriba”, dijo.
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La legisladora del PRI insistió por ello en encauzar a todos los sectores y poderes a aprovechar esta gran oportunidad.
Subrayó que la Cámara de Diputados ha emprendido acciones legislativas para favorecer la reubicación de las empresas, al otorgar estímulos fiscales a sectores clave de la industria exportadora como la deducción inmediata de la inversión en bienes nuevos, de activos fijos y deducción adicional a gastos de capacitación para los sectores automotriz, eléctrico, electrónico, farmacéutico, dispositivos médicos, agroindustria y de alimentación humana y animal, entre otros.
“Así el Poder Legislativo hace la tarea para aprovechar la frontera de 2 mil 300 kilómetros que tenemos con Estados Unidos y su gran mercado, en un esquema de prosperidad compartida”, remarcó.
Guerra definió al T-MEC como una herramienta sustancial para atraer a la industria internacional y que, al incluir disposiciones como las reglas de origen, dio mayor contenido regional a la productividad.
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“A este mecanismo comercial se deben sumar los 14 tratados firmados con 46 países, con acceso a más de 1.3 billones de consumidores que representan 60 por ciento del PIB mundial”, detalló.
La diputada presidenta señaló que, según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México podrá atraer una inversión de 35 mil millones de dólares, en un primer momento, como producto de la relocalización de empresas.
Instó por ello a mejorar la infraestructura para elevar la calidad de los servicios aduanales, así como la oferta educativa para generar riqueza, a través de la inversión en el capital humano, que se traduce en mano de obra calificada.
“Esta circunstancia significa una gran oportunidad para el desarrollo del país, que reclama un esfuerzo claro de fortaleza institucional, previsibilidad en las políticas de gobierno y confianza en las instituciones de justicia y respeto al Estado de derecho”, puntualizó.
GGA