Antes de la declaración de la pandemia por el covid-19, que tiene al mundo en una emergencia sanitaria, existía una tendencia creciente para debilitar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y trasladar el poder hacia las grandes potencias, dijo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
“Lo que estábamos viendo hasta hace muy poco tiempo que era, más bien, una tendencia para debilitar a la ONU y los instrumentos de cooperación, y crear polos de poder en torno a las grandes potencias como lo hemos visto, ya, en varios episodios en la historia de la humanidad”, explicó en la inauguración del Common Action Forum Nuevas dinámicas entre la gestión urbana y la cooperación internacional en el contexto de la covid-19.
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De acuerdo con el canciller, en ese contexto político que está todavía vigente, también se incluyen tensiones “derivadas de un reajuste de los pesos relativos de las economías, particularmente de China y de Estados Unidos, y eso también se va a traducir en términos militares y tecnológicos”.
Sin embargo, considera que con la llegada del covid-19 se abrió una oportunidad para que la cooperación internacional ayude a evitar regresar a ese contexto global de tensiones, a pesar de los estragos que acarrea, sobre todo en términos económicos y de salud, paralelamente.
“Vamos a vencer a la pandemia, entonces, tendremos que plantearnos cómo vamos a fortalecer los fundamentos de la comunidad. Porque no podemos ser una comunidad cuando hay una desigualdad creciente, no podemos ser una comunidad cuando los países más poderosos, sólo ven por su economía y su sociedad, y no por el resto”, detalló.
Ebrard insistió que contrario a la tendencia que existía antes de que estallara la pandemia, la ONU debe fortalecerse.
“Sería la oportunidad de dar este cambio cualitativo, a qué me refiero, si por un lado vas a tener más tensiones entre los países más poderosos, por el otro lado, lo que deberíamos hacer es fortalecer el principal instrumento de cooperación que tiene hoy la humanidad, que se llama Organización de las Naciones Unidas, para eso hay que dotar a la ONU de mayores poderes”, comentó.
Mencionó que desde su perspectiva, la forma de fortalecer a la ONU que deberían de seguir los países del mundo es “consolidar una estructura global de gobernanza, no sólo de representación”.
Ebrard insistió que la humanidad se encuentra en una disyuntiva, pues la pandemia y sus secuelas “nos obligan al grado de cooperación más amplio de esta generación, que hayamos testimoniado, seguramente, en lo que va de este siglo y finales del siglo anterior”.
“Ninguna crisis económica, ninguna crisis que haya vivido nuestra generación, ha conducido al imperativo de la cooperación y de la comunidad internacional que tenemos ahora”, concluyó.
FLC