El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, defendió la intervención de la cancillería en asuntos de política interior, al negar que actúe como vicepresidente del país porque en México no existe esa figura, no aspira a nada más que cumplir con su trabajo y porque “tenemos mucho Presidente y no necesitamos vicepresidentes”.
Al comparecer en el Senado, la oposición criticó el despliegue de la Guardia Nacional para regular el flujo migratorio, le cuestionó su intervención en política interna, la permanencia de migrantes que convierten a México en tercer país y la decisión del gobierno de conceder asilo sólo a personajes con los que hay convivencia y afinidad política, como Evo Morales.
La panista Alejandra Reynoso criticó que haya asumido las funciones del Ejecutivo de salir a todas las reuniones internacionales, lo que ha llevado a señalar que es un vicepresidente del país.
“Usted me dice que cuál va a ser la política de México, que si tengo funciones de vicepresidente. No, en México no hay vicepresidentes, soy secretario de Relaciones Exteriores, ahí están las facultades establecidas en la ley, no aspiro a nada más que cumplir con mi trabajo. El señor Presidente me ha delegado esa representación, bueno, pues es mi función legal, imagínense un secretario de Relaciones Exteriores que no representara a México en todos los foros. Tenemos mucho Presidente y no necesitamos vicepresidentes”, replicó entre aplausos de Morena.
Insistió en que México no se ha convertido en un tercer país seguro, porque en territorio nacional permanecen aquellos migrantes que tienen audiencia en Estados Unidos solamente, de otro modo serían millones y es la política interior la que le da fuerza a México en el exterior.
“México tiene autoridad política tanto en las Naciones Unidas como en todos los organismos multilaterales como no la había tenido hace muchos años”, presumió, al recuperar los dichos del presidente Andrés Manuel López Obrador de que la mejor política exterior es su política interior.
Diría que el peso internacional de México se basa en su autoridad política que le da una democracia consolidada, un gobierno que se ha propuesto eliminar la corrupción y un ejercicio del poder público caracterizado por la congruencia.
“Yo diría con toda objetividad que eso que acabo de señalar es lo que está determinando el peso internacional de México y su capacidad para defender sus intereses frente a todos los países del mundo y particularmente ante Estados Unidos”.
Dijo que si México y su gobierno fuera un país cuestionado, o hubiese cualquier duda fundada sobre la consistencia de su lucha contra la corrupción o la desigualdad, seguramente no tendría el peso que tenemos ahorita.
“Podríamos ir a muchísimas reuniones, podríamos tener el Presidente de todos los eventos internacionales, pero no tendría nuestro país el peso que tiene ahorita”.
Argumentó que el uso de 27 mil elementos de la Guardia Nacional se da porque desde antes de la crisis migratoria había un plan de despliegue, al igual que el uso de un fondo para crear empleos en Centroamérica que el Congreso aprobó con el voto de los diferentes partidos.
Sobre el asilo a Evo Morales, leyó una carta enviada por el disidente venezolano Edgar Zambrano en la que agradece el apoyo para salir de su país y llegar a México, al manifestar que ello prueba que no solo se asila a quienes tienen afinidad con este gobierno.
Con información de Silvia Arellano
AE