Mario Delgado es el hombre que impulsa la Cuarta Transformación desde su curul en la Cámara de Diputados, donde además de encabezar a su bancada también preside la Junta de Coordinación Política. Busca ser electo dirigente nacional de Morena, pero sabe que el camino hacia esa meta no será sencillo.
Nació en la capital de Colima el 17 de junio de 1972; es licenciado en Economía por el ITAM y maestro en Economía por la Universidad de Essex, en Inglaterra.
Comenzó a trabajar en el servicio público en 1995, cuando se desempeñó como analista de la Dirección General de Política de Ingresos y Asuntos Fiscales Internacionales en la Secretaría de Hacienda.
Su trayectoria política inició en 2005, cuando se afilió al PRD. Ese mismo año fue director de Presupuesto y Contabilidad de la Secretaría de Desarrollo Social del entonces Distrito Federal.
De 2006 a 2010 fue secretario de Finanzas en la administración de Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno en turno, y de 2010 a 2012, secretario de Educación en la capital.
Con el Partido de la Revolución Democrática, en 2012, Delgado llegó al Senado de la República, en donde trabajó durante dos legislaturas, la LXII y la LXIII.
Fue hasta 2015 cuando se afilió al movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional, (Morena), hoy la principal fuerza política del país, que se hizo de la Presidencia en las elecciones de 2018.
Para la LXIV Legislatura, Mario Delgado fue electo como diputado por mayoría relativa. En la Cámara de Diputados funge como coordinador parlamentario de Morena y es presidente de la Junta de Coordinación Política.
Desde el pleno de San Lázaro ha orquestado, en conjunto con fracciones parlamentarias que se les han aliado, la institución de la Guardia Nacional, e impulsado las iniciativas de la agenda del Presidente como la creación del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, la ley de austeridad republicana, revocación de mandato, así como la ley que para que servidores públicos no puedan trabajar en empresas privadas hasta cinco años después de dejar la administración pública.
En julio de este año, en un acto en el que fue respaldado por 110 diputados federales de Morena, Delgado anunció sus aspiraciones de contender por la dirigencia de Morena, cargo que en la actualidad desempeña Alfonso Ramírez Cuéllar.
El ascenso al poder político le ha supuesto a Morena una serie de complejidades en esta etapa para renovar su dirigencia a realizarse del 26 de septiembre al 2 de octubre de 2020. Las asambleas estatales han enfrentado una serie de complicaciones que incluso ocasionaron que algunas fueran suspendidas.
El 12 de octubre, sujetos armados irrumpieron en la asamblea en Guadalajara y balearon a cuatro personas, mientras que en Veracruz, Morelos, Tabasco, Campeche, Oaxaca y Chiapas éstas fueron canceladas por violencia o irregularidades en el padrón.
Ante este clima de incertidumbre en las asambleas, se suma la carencia de método para elegir al nuevo líder nacional, pues mientras los estatutos marcan un mecanismo, algunos, como el propio Delgado, han pedido que la forma de elección sea a través de una encuesta, forma que cuenta con el respaldo del propio presidente López Obrador.
Por las distintas situaciones que ha enfrentado el partido de cara a su proceso de renovación, Delgado ha pedido a los militantes corregir el rumbo y encontrar solución a las diferencias, pues este proceso es una oportunidad para diferenciarse del resto de los partidos.
"El proceso de renovación de nuestra dirigencia es una gran oportunidad para demostrar que somos diferentes a otros partidos, que nos mueven los principios y valores y no los cargos", dijo en un evento de unidad a principios de octubre.
En este proceso de elección interna, los aspirantes que contienden con Mario Delgado por la dirigencia nacional, son: Yeidckol Polevnsky, Porfirio Muñoz Ledo, Gibrán Ramírez y Alejandro Rojas.
El 5 de octubre, Morena habrá de registrar ante el INE sus nuevas dirigencias tras los resultados de la encuesta. Ante esto, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, resaltó que los procedimientos serán absolutamente auditables para inyectar la mayor certeza posible.
El pasado 7 de septiembre, Mario Delgado se registró ante el Instituto Nacional Electoral (INE) como aspirante a la dirigencia de Morena, con 10 compromisos que respaldan su candidatura. Con alrededor de 300 simpatizantes que no respetaron la sana distancia, el morenista acudió a formalizar su intención de dirigir el partido “para que siga la cuarta transformación”.
Dentro de las propuestas que presentó para su candidatura, se encuentran:
- Que Morena sea un instrumento de lucha del pueblo de México, para tener presencia e interlocución permanente con los ciudadanos, sin que sea un partido que divide.
- Morena como promotor, para que no haya un Presidente solo en la lucha frente a los conservadores
- El pueblo organizado, la fuerza de Morena, para que existan comités organizados en todo el territorio nacional para la promoción del voto del próximo año.
- Regresar la mitad de los recursos del partido para que el gobierno tenga listos los recursos para la vacuna contra el covid-19 y crear un comité con tres personas que entreguen informes trimestrales y vigilen el ejercicio de los recudir.
- El juramento de principios y la obligación de que todos los que aspiren a una candidatura o cargo interno tomen un curso sobre los documentos básicos;
- Garantizar la participación de más mujeres, jóvenes e indígenas.
- Revolucionar las conciencias
- El regreso del periódico regeneración, que en la campaña de 2018 fue la principal herramienta de información y difusión libre de fake news
- Un patrón confiable
- Una renovación de los estatutos que están creados como partido de oposición y no como la primera fuerza política del país.
LP/AE