Aunque el ex alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández, presumió en su tercer informe de gobierno que terminaba su administración con cero deuda y mil cien millones de pesos en caja, la realidad es que solo quedan 250 millones de pesos disponibles para la administración entrante.
El alcalde Miguel Treviño de Hoyos informó, durante la reunión de entrega-recepción de la Secretaría de Finanzas de San Pedro, que además la pasada administración deja una deuda a corto plazo de 150 millones de pesos aproximadamente.
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Agregó que de los mil cien millones de pesos ya están comprometidos 850 millones para liquidar órdenes de compra, contratos, aguinaldos, nómina, obra pública y la construcción de cinco museos en San Pedro.
“Es un tema delicado (...) no existen los mil cien millones de pesos que el alcalde Mauricio Fernández dijo que había, punto. Hay 250 millones de pesos disponibles”, señaló Treviño.
El alcalde explicó que estos recursos no alcanzarán para emprender todos los proyectos que habían planeado en el arranque de la administración, aunque admitió que en cuestión financiera otros municipios están en peores condiciones.
“Definitivamente no alcanza para todos los proyectos que quisiéramos entender, entendemos que hay otros municipios que se quedan con situaciones financieras más apretadas, algunos incluso entran con una deuda mucho más comprometedora.
“Aquí el punto es que definitivamente planear con mil cien (mdp) a planear con 250, pues hay una diferencia y por eso es importante que la comunidad sepa con cuántos recursos inicia esta administración”, dijo.
Aún así, refirió, cumplirá los compromisos que asumió en campaña relacionados con temas de desarrollo urbano, conversión a cableado subterráneo, proyectos de movilidad, aumento de sueldo a policías y renovación de espacios públicos.
En la reunión también estuvieron presentes Rafael Serna, quien deja la Secretaría de Finanzas; y la nueva titular de dicha área, Rosa María Hinojosa.
Rafael Serna indicó que existe una deuda a corto plazo de 50 millones de pesos, y otra de pago a proveedores de entre 80 a 100 millones de pesos, pero que no se ve reflejada ante la Secretaría de Hacienda como deuda oficialmente.