Con el objetivo de utilizar combustibles más amigables con el ambiente, la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México informó que el día de hoy, el Metrobús puso en circulación dos unidades del sistema en la Línea 2, las cuales ahora usarán una mezcla de diésel y biocombustible elaborado con residuos desechados por los locatarios en la Central de Abastos de la Ciudad de México.
"Cabe mencionar que ésta es una prueba piloto que se pondrá en marcha un total de 10 unidades en todas las líneas del sistema durante agosto y que comenzó hace un mes en los patios de encierro de Metrobús, donde se corroboró que los vehículos aceptaran de buena manera este bioaditivo para la seguridad de todas las personas usuarias", detalló la Semovi en un comunicado.
"La meta final de este piloto es encontrar el mecanismo para lograr una mayor integración de este energético limpio en toda la flota de Metrobús", abundó.
Además, señaló que las unidades seleccionadas para esta prueba son aquellas con tecnología medioambiental, con lo que se buscará que el biocombustible les ayude a mejorar su rendimiento vehicular y, por tanto, reducir su consumo de combustible, lo que se traduce en menos CO2 al ambiente.
El biocombustible que será utilizado para esta prueba es parte del proyecto que encabeza el Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abasto (FICEDA) de la Ciudad de México en colaboración con centros de investigación públicos y empresas privadas.
Y además se precisó que este proyecto forma parte del Programa de gobierno de la Ciudad de México 2019-2024, Ciudad Sustentable, el cual impulsa hacia una transición energética que opte por producciones más sustentables.
La planta donde se realizará este biocombustible tiene una capacidad de producción de tres mil litros por día y el combustible es un producto no tóxico y no peligroso, producto de reutilizar aceite que se iría a la basura; asimismo, posee características fisicoquímicas similares a las del diésel y cumple con los más altos estándares en la materia.
FS