A pesar de que el rezago en los aprendizajes en los estudiantes es un problema persistente desde hace varias décadas que se recrudeció con el confinamiento escolar por la pandemia del covid-19, las políticas educativas para evaluar y revertir esta situación están ausentes en las campañas electorales y en las propuestas de las candidatas y el candidato a la presidencia, advirtió la organización Mexicanos Primero.
La organización advirtió que ninguno de las aspirantes y el aspirante a gobernar México mencionó durante el debate presidencial del pasado 7 de abril las palabras rezago, pérdida o recuperación de aprendizajes, aun cuando hubo una pregunta específica dirigida a las dos candidatas, quienes prefirieron responder con otros temas, propuestas y ataques.
“(Sic) ¿Cómo buscaría, candidata Claudia Sheinbaum que el rezago educativo en algunas regiones, particularmente luego de la pandemia, muchos estudiantes abandonaron las escuelas, algunos se reincorporaron, otros no, pueda ser revertido; de qué manera establecería una estrategia para que los estudiantes que abandonaron las escuelas puedan volver y cómo esa estrategia se implementaría de manera integral para que también las aulas, los salones de clases, los planteles educativos sufran mejoras?”, fue la pregunta también realizada a la candidata Xóchitl Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México.
En contraste, en el análisis que Mexicanos Primero realizó de las aportaciones de organizaciones civiles y organismos internacionales en el marco de la campaña electoral, encontró que hay consenso en señalar la importancia de que en México se recuperen los aprendizajes perdidos durante la pandemia.
Según datos del Banco Mundial, a nivel global, un estudiante perdió casi un año de educación presencial (entre marzo de 2020 y marzo de 2022), pero en México el resultado fue más desfavorable, pues el cierre de las escuelas se prolongó 18 meses, provocando una pérdida de aprendizajes de 1.5 años en promedio. Por tanto, los alumnos avanzarán en grados escolares arrastrando rezagos difíciles de recuperar, a pesar de los esfuerzos extraordinarios de los docentes. Incluso, el rezago es más pronunciado en las comunidades con mayor rezago social en donde las tecnologías digitales no llegaron durante todo el confinamiento.
La organización recordó que en la medición más reciente de PISA 2022 de la OCDE, esta situación se reflejó en el desempeño en matemáticas, lectura y ciencias de estudiantes de 15 años, quienes según los resultados de esta evaluación no han desarrollado los aprendizajes necesarios para aplicar sus conocimientos en situaciones cotidianas.
Al concluir la educación secundaria, 2 de cada 3 estudiantes no pueden usar sus aprendizajes de matemáticas para resolver problemas de la vida diaria y 1 de cada 2 no comprende lo que lee.
En el informe conjunto del Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, llamado “El aprendizaje no puede esperar: Lecciones para América Latina y el Caribe a partir de PISA” (marzo, 2024) se analiza cómo abordar la crisis educativa y se recomienda tomar medidas urgentes para garantizar que todos los estudiantes desarrollen al menos competencias básicas en matemáticas, lectura y ciencias, priorizar la recuperación de las pérdidas de aprendizaje, acelerar el logro de aprendizajes, cerrar las brechas de acceso a las tecnologías digitales y asegurar que los jóvenes estén preparados para los trabajos de hoy y del mañana.
Para saber cómo estamos en materia de aprendizajes, las pruebas estandarizadas de alcance nacional son un instrumento indispensable para la mejora del sistema educativo, recalcó la organización.
Durante años, estas pruebas se aplicaron en el país e incluso se intensificó la aplicación en México en pruebas internacionales y nacionales. Sin embargo, advirtió, en la actualidad no existe una política de evaluación que permita conocer los avances y desafíos en el logro de aprendizajes de las y los estudiantes; menos aún propuestas de las candidatas y el candidato a la presidencia.
Ante este panorama, Mexicanos Primero consideró que la educación debe ocupar un lugar prioritario en la agenda pública.
“Quien gane la elección presidencial requiere impulsar una política nacional de largo plazo que garantice la mejora continua de los resultados de aprendizaje en el sistema educativo nacional, con base en los resultados de pruebas estandarizadas.
“Esta política debe también garantizar trayectorias educativas completas y exitosas para cada niña y niño, escuelas con servicios básicos (agua, luz, sanitarios y lavamanos) y equipamiento tecnológico (computadoras para uso pedagógico y acceso a internet) y que cada maestro de grupo cuente con el apoyo institucional para fortalecer su desempeño profesional y disponga de las mejores herramientas para hacer frente a los retos del proceso de aprendizaje en el aula”, concluyó.
LG