La Fundación Natalia Ponce de León de Colombia y la Fundación Carmen Sánchez de México, ambas para víctimas de ataques con ácido, anunciaron una alianza para visibilizar la violencia química de la que son víctimas cientos de mujeres.
En 2014, Natalia Ponce de León fue víctima de un ataque con ácido en Colombia, mismo año en que Carmen Sánchez sufrió también este delito, pero en el Estado de México; ambas mujeres sobrevivieron a este hecho que ahora es catalogado como una tentativa de feminicidio en ambos países.
Ambas historias ocurrieron en diferentes contextos, pero en países donde la violencia machista está presente en distintos ámbitos de la sociedad, por lo cual tuvieron que luchar para acceder a la justicia y visibilizar esta violencia que anteriormente era tipificada únicamente como lesiones.
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"La violencia química no es un delito más, sino es una violación grave a nuestros derechos humanos, en este caso se daña también a nuestra familia y nuestros círculos cercanos", precisó Carmen Sánchez.
Con esta alianza el objetivo de ambas asociaciones es poder compartir experiencias de mujeres que han sido víctimas de este tipo de delitos, pero además buscar la manera de generar políticas públicas en favor de la recuperación de las personas que han sido atacas con ácido.
"En el mundo nos queman a las mujeres por el simple hecho de ser mujeres, y por eso queremos hacer esta alianza porque esta violencia que se está viviendo en Colombia también se esta viviendo en México y es importante visibiliza a los miles de casos que están en silencio", destacó Natalia Ponce de León.
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Desde su creación en 2015, la Fundación Natalia Ponce de León ha apoyado en Colombia a 95 mujeres que han sido víctimas de este delito; mientras que en el caso de la Fundación Carmen Sánchez que fue creada en 2021 y ha apoyado a 9 mujeres que han sido víctimas de este delito.
Otro de los puntos que también se destacó durante este evento fue la importancia de que las autoridades den sentencias ejemplares a los agresores para evitar que salgan de la cárcel y vuelvan a cometer algún otro delito, y en este sentido se destacó la sentencia hacía Efrén García quién es el agresor de Carmen Sánchez y fue sentenciado a 46 años de prisión, la pena más grande por este delito en toda Latinoamérica.
Durante el evento también participaron Martha Ávila y María López, quienes también son sobrevivientes de violencia química en México y aún no han podido acceder a la justicia.
"Nosotras lo que pedimos es que se haga justicia de todos los tipos de ataques que pudieran haber contra las mujeres y que la gente sea consciente de que esta violencia no es exclusiva de una clases social, ni de un nivel socioeconómico sino que puede ocurrirle a cualquiera y es importante atenderla", puntualizó Martha Ávila.
OMV