México y EU relanzan Grupo de Alto Nivel de Seguridad

Encuentro. El fiscal Barr comprende el principio de la no intervención: López Obrador.

El presidente López Obrador en su encuentro con el funcionario estadunidense. (Especial)
William Barr y el embajador Christopher Landau en la Basílica. (Octavio Hoyos)
Carolina Rivera y Jannet López Ponce
Ciudad de México /

A tres semanas del ataque a las familias LeBarón, Miller y Langford en Sonora y mientras en Washington se discute la posibilidad de designar a los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas, los gobiernos de México y Estados Unidos reactivaron ayer el Grupo de Alto Nivel de Seguridad (GANSEG) para atacar de manera conjunta al narco.

El procurador general de Justicia estadunidense, William Barr, llevará a Donald Trump el reporte de su encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador y de los pormenores ofrecidos por el gabinete de seguridad mexicano sobre el combate a los cárteles.

A través de Twitter, López Obrador calificó de “una buena reunión” la que tuvo con Barr. “Comprende que nuestra Constitución nos obliga a ceñirnos a los principios de cooperación para el desarrollo y a la no intervención en política exterior”, aseguró.

El gabinete de seguridad estadunidense sesionará hoy en la Casa Blanca para analizar el tema.

El encuentro de este jueves en Palacio Nacional, primero de su tipo en la actual administración, llevó a que se sentaran de nueva cuenta en la misma mesa los titulares de las áreas de seguridad de los gobiernos de López Obrador y Trump. En su calidad de procurador, Barr es cabeza del sector de justicia y de agencias como el FBI y la DEA.

De acuerdo con funcionarios consultados, en las reuniones de alto nivel México pugnó por combatir el contrabando de armas y el lavado de dinero, en tanto que Estados Unidos puso énfasis en la lucha contra el narco.

Según el Departamento de Estado, el compromiso de los dos gobiernos fue proteger a los ciudadanos de ambos países de las organizaciones del crimen transnacional.

El tema LeBarón, que detonó el amago de la designación de los cárteles como terroristas, fue abordado por Barr, quien agradeció al gobierno de México la detención de varios sospechosos de la matanza del pasado 4 de noviembre, que cobró la vida de nueve miembros de la familia LeBarón que cuentan con la nacionalidad estadunidense.

También se abordó la importancia de ir tras las redes financieras ilícitas y desmantelar el flujo ilegal de dinero, armas y drogas, así como el combate a la corrupción y el fortalecimiento de la cooperación para llevar a los criminales ante la justicia.

“La relación de la procuración de justicia de Estados Unidos con México es una de nuestras asociaciones más importantes para combatir el crimen transfronterizo”, puntualizó la cancillería estadunidense.

Por la noche, en entrevista con Denise Maerkel, el canciller Marcelo Ebard señaló que si Estados Unidos declara terroristas a los cárteles de la droga mexicanos estaría echando por la borda toda la cooperación que ya existe.

VISITA A LA GUADALUPANA

Devoto católico como es, William Barr hincó la rodilla, inclinó levemente la cabeza y mientras su brazo derecho descansaba en el barandal de madera, cerró por un momento los ojos ante la imagen de la Virgen de Guadalupe.

A su derecha, el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, replicó el gesto. La escena era poco habitual: dos políticos estadunidenses de peso postrados ante la virgen morena, el símbolo del catolicismo y el nacionalismo mexicano.

Custodiados por el Servicio Secreto estadunidense, Barr y Landau hicieron tiempo ayer para acudir a la Basílica de Guadalupe, a unos metros de donde hace 172 años se firmó el tratado de Guadalupe-Hidalgo, poniendo fin a la guerra México-Estados Unidos que costó la mitad del territorio a nuestro país.

Pocos sabían de la presencia de ambos estadunidenses. Barr, en el anonimato, colocó un ramo de flores frente a la imagen que cada año convoca a millones de visitantes.

El fiscal general, quien es la segunda persona en desempeñar ese cargo con dos distintos presidentes estadunidenses, llegó ayer a la Basílica sonriente y realizó una visita de no más de 20 minutos.

Recorrió el interior del recinto y llegó hasta el balcón donde se encuentran inscritas las palabras que la Virgen le dijo a Juan Diego: “¿No estoy yo aquí que soy tu madre?”.

Recibió una explicación sobre el recinto religioso. Después, avanzó hasta la orilla y desde ahí observó el atrio donde en cinco días más, cientos de miles de peregrinos llegarán para celebrar a la Virgen de Guadalupe.

Landau, quien inició su servicio como embajador el pasado 12 de agosto, apenas llegó a México visitó el santuario acompañado de su familia.

LAS PRIORIDADES BINACIONALES

En la reunión plantearon las prioridades en materia de seguridad para ambas partes: cooperación en materia de tráfico de armas, lavado de dinero, trasiego internacional de drogas y cómo hacer frente en conjunto al crimen transnacional.

Con información de: Daniel Venegas.

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