En México se ha invertido más de 75 mil millones de pesos, entre los que se encuentran 40 mil millones de pesos obtenidos del Fondo de Salud para el Bienestar “utilizados para la reconversión hospitalaria, contratación de personal, compra de equipos e insumos como respuesta a la pandemia”, aseguró el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
“Adicionalmente, hay 35 mil millones de pesos que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha destinado para la compra de vacunas, de manera específica, y adicional a ello está la inversión que ha hecho el Instituto Mexicano del Seguro Social, el ISSSTE, Pemex y las unidades de salud de las Fuerzas Armadas”, aseguró.
No lucrar con el dolor como otros sexenios, lecciones aprendidas
El funcionario federal refirió que a lo largo de casi un año de que comenzó la pandemia en México, el 27 de febrero, la lección aprendida es que no se debe de lucrar con la salud ni con el dolor de las personas como lo hicieron administraciones pasadas que, entre otras cosas, desmantelaron Laboratorios Birmex y utilizaron los recursos para su beneficio.
La lecciones aprendidas, abundó, no sólo servirán para este año de la pandemia sino para enfrentar nuevos retos en consolidar sistemas de salud técnicamente competentes, suficientemente robustos en términos financieros, apropiadamente distribuidos en el territorio y que tengan como visión principal garantizar el derecho a la protección de la salud.
“No sacar lucro y (no) hacer negocios a partir de la salud y el dolor de las personas. Éstas son las reflexiones más consistentes que ha tenido no sólo México, sino del mundo entero. Es quizás la lección número uno: si no tenemos sistemas públicos de acceso universal, robustos, deseablemente gratuito, entonces una epidemia tras otra de esta, o de cualquier otra que venga nos va a dejar muy vulnerables”.
Por ello, siguen estudiando las recomendaciones “más claras y honestas” surgidas del Instituto Nacional de Salud Publica de 2020, que celebró un seminario en noviembre del año pasado, y cuyos resultados fueron presentados el pasado 27 de enero con la participación de 13 organizaciones a académicas, como la UNAM, el Banco Mundial, la Cepal y seis institutos de investigación, explicó.
“Estamos trabajando, justamente, con este grupo de personas expertas (...) hemos convenido que vamos a estar presentando, en cuanto lo tengamos listo, aquí en este mismo espacio y por paquetes temáticos, cuáles son las recomendaciones que se hicieron, cómo el gobierno mexicano algunas ya las venía haciendo; otras no, otras serán diferentes y cuáles son desde nuestro punto de vista posibles, factibles de hacer en el corto, mediano y largo plazo”.
De hecho “varias de las recomendaciones, esto es muy interesante, fueron críticas al deteriorado sistema de salud de México, es decir, no son observaciones sobre la respuesta de este gobierno a esta pandemia. Son precisamente problemas crónicos de este país, la desigualdad social crónica y económica, como base, el impacto que está teniendo esta epidemia”.
Incluyendo, precisó, la manera en que se desmanteló el sistema de salud mexicano por fraudes, obras abandonadas, falta de contratación de desarrollo de los servicios de trabajadores y capacitación de los servicios humanos.
Se trata de recomendaciones desvinculadas de “cualquier interés político, como ha habido otros foros que presentan libros y fórmulas mágicas”, expuso López-Gatell.
Por ello, están atentos a lo expuesto en ese seminario del INSP de personas expertas. “Nos ha permitido tener una constatación de lo que se ha hecho en otras partes, de lo que hemos hecho nosotros, de qué cosas se podrían hacer con un enfoque complementario, diferente, o de primera vez en caso de que hubiera sido la situación de que no hayamos considerado algo”, agregó.
López-Gatell precisó que México enfrentó la pandemia con un déficit de trabajadores de la salud y enfermedades crónicas.
“La profunda, extensa y monstruosa epidemia de Enfermedades No Transmisibles asociadas a productos industrializados, mal llamados alimentos, que ha causado la más grande epidemia de obesidad sobrepeso, diabetes, sobrepeso diabetes y los primeros lugares de hipertensión”.
Señaló que al acercarse el primer año de la pandemia surge la expectativa de “qué se debería haber hecho diferente, en realidad cada cosa que se va conociendo en el mundo o en el propio México sobre el curso de la epidemia nos dan lecciones muy útiles, lecciones aprendidas”.
La pandemia llegó a un México con “profundas desigualdades social, con una injusta distribución de la riqueza, con carencia de servicios, déficit de más de 220 mil trabajadores de la salud, con hospitales abandonados desde el sexenio pasado, la descapitalización que tuvo el sistema de salud, la falta de inversión sostenida durante más de 40 o 50 años”.
En conferencia de prensa, el funcionario federal también comentó que durante la Semana Santa hay un riesgo de que la población se congregue y se contagie con el virus, por ello se debe de hacer énfasis en las medidas sanitarias.
Uso de doble cubrebocas no debe ser visto como única medida contra covid
De igual manera detalló que el reciente estudios de los Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) sobre el uso doble de cubrebocas no debe relacionarse como la única medida de protección contra el covid.
“El uso de cubrebocas, por sí mismo, no es un instrumento infalible de prevención. Si se considera eso, se comete un enorme error porque se sobrestima la utilidad del cubrebocas y se descuida la sana distancia, el lavado de manos, el no acudir a lugares públicos, el no salir de casa cuando se tienen síntomas”, aclaró.
JLMR