México hizo un llamado frente a los países que integran la Organización de Estados Americanos (OEA) para que cada uno de ellos, entre los que destaca Estados Unidos, regule al sector privado interno dedicado a la venta de armas para tener las mejores prácticas, y de esta manera, se avance en el combate regional contra el tráfico ilícito de las mismas.
“Como se ha mencionado en los más altos foros multilaterales, los gobiernos tenemos la oportunidad de animar a nuestro sector privado para que se conduzcan con la debida diligencia, el debido cuidado, prevengan que sus productos causen un daño y que sus productos en el caso de armas, y más de las armas de diseño para uso militar, caigan en manos de criminales”, sostuvo Alejandro Celorio, consultor jurídico de la secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ante el Consejo Permanente de la OEA.
Durante la conmemoración del Día Interamericano para Contrarrestar la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, Celorio enfatizó que el reto que representa el tráfico ilícito de armas no es exclusivo de México, que en los años recientes ha lanzado una cruzada para combatir dicho delito, sino que otros países de la región que conforma las membresías de la OEA también lo padecen.
“Este reto del tráfico ilícito de armas no es exclusivo de México, otros países en la región lo sufren, lo que nosotros proponemos, aprovechando esta oportunidad, es seguir trabajando a nivel gubernamental, seguir elevando el tema en foros bilaterales y multilaterales, sobre la importancia de atender el tráfico ilícito de armas desde su origen”, abundó.
El consultor jurídico de la cancillería recordó que, de acuerdo con cálculos del gobierno mexicano, cada año se trafican medio millón de armas al país a través de la frontera compartida con los Estados Unidos.
Subrayó que, actualmente México es el quinto país con más armas de fuego sin registrar en circulación, con un estimado de 13 millones de piezas, de acuerdo con estudios de organizaciones civiles como Small Arms Survey.
“Sin embargo, el problema no sólo es la cantidad de armas, sino las características de éstas y que son traficadas ilícitamente. Un buen número de estas armas son armas de alto poder y diseño para uso militar, esto otorga a los grupos criminales un poder de fuego significativo, el cual propicia que las fuerzas del orden se involucren en una espiral de violencia que incrementa la legalidad de los enfrentamientos y costos de los operativos. Esta espiral se da también entre los grupos criminales que se enfrentan, quienes se mantienen en una búsqueda permanente por aumentar su poder”, destacó en su intervención.
Por su parte, Gastón Schulmeister, director del Departamento de Contra la Delincuencia Organizada de la OEA, recordó los altos costos sociales que tiene para la región el tráfico ilícito de armas.
“El tráfico ilícito de armas de fuego está directamente asociado con el accionar de las organizaciones criminales trasnacionales y vinculado a otros mercados ilícitos tales como el narcotráfico, la minería ilegal, la trata de personas, entre otros”, recordó.
JLMR