El gobierno de México permitirá que Estados Unidos deporte migrantes extranjeros a su territorio “por razones humanitarias y de manera temporal”, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores.
“A las ocho de la mañana, el gobierno de Estados Unidos comunicó al gobierno de México que el Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos de América (DHS, por sus siglas en inglés) tiene la intención de implementar una sección de su ley migratoria que le permitiría devolver a extranjeros, no mexicanos, a nuestro país para que aguarden aquí el desarrollo de su proceso migratorio en Estados Unidos”, informó la dependencia en un comunicado.
Los extranjeros podrán permanecer en el país e incluso podrán realizar entradas y salidas múltiples de nuestro país; mientras que aquellos que hayan recibido un citatorio por parte de Estados Unidos respecto a su solicitud de asilo gozarán plenamente de los derechos y libertades que provee la constitución.
Los migrantes deportados que podrán ingresar a nuestro país serán aquellos que hayan ingresado a Estados Unidos por un puerto de entrada o que hayan sido aprehendidos entre puertos de entrada, hayan sido entrevistados por las autoridades de control migratorio de ese país, y hayan recibido un citatorio para presentarse ante un juez migratorio.
La cancillería aseguró que estas acciones no constituyen un esquema de Tercer País Seguro, en el que se obligaría a las personas migrantes en tránsito a solicitar asilo en México, pero los extranjeros no tendrán ninguna restricción para hacerlo.
La medida se adoptó con base en la legislación mexicana vigente y los compromisos internacionales suscritos, como la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, su Protocolo, así como la Convención Contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, entre otros.
El esquema busca facilitar el seguimiento de las solicitudes de asilo en los Estados Unidos.
OVM