La comunidad judía en México agradeció que el país sea una “isla de tranquilidad” frente al creciente antisemitismo en el resto del mundo, aunque demandó no ser complacientes, al señalar el embajador de Israel, Zvi Itzhak, que es necesario no olvidar lecciones como la que dejó el horror de la Segunda Guerra Mundial para no repetir esa historia.
En el marco del Día del Holocausto, el Senado recordó a las víctimas con una jornada de música y poesía en honor del embajador Gilberto Bosques, quien rescató a más de 40 mil personas del exterminio nazi, en ceremonia donde el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, sostuvo que sin importar ideología, credo o religión “repudiamos el autoritarismo, la xenofobia, el antisemitismo y la homofobia”.
A la conmemoración acudieron los embajadores de Israel, Zvi Itzhak; Peter Tempel, de Alemania; Maciej Zietara, de Polonia, así como invitados representados por Marcos Zhabot Zonana, presidente del Comité Central de la Comunidad Judía en México, que colocaron una ofrenda floral frente a la placa que ostenta el nombre de Gilberto Bosques en el Senado.
En su discurso, Monreal Ávila recordó la gestión del embajador Bosques en Francia para refugiar a miles de españoles, judíos y otros perseguidos por el régimen nazi, al destacar que aunque puso en riesgo su vida y a su familia, tuvo coraje, entereza y humanidad para salvar a miles.
“Todos, sin importar ideología, partido, credo o religión, repudiamos el autoritarismo, la xenofobia, el antisemitismo, la homofobia, el odio, la indiferencia, que permitieron las atrocidades cometidas en Europa el siglo pasado. Todos alzamos una voz, una voz inquebrantable por la defensa y la salvaguarda de los derechos humanos”, dijo.
Sostuvo que son hechos que se deben repetir y por ello es importante que espacios de injerencia y poder, como son los recintos institucionales y gubernamentales, los recuerden y no permitan que el olvido llegue.
Aseveró que en el Senado “todos tenemos la responsabilidad diaria de defender los derechos humanos, la paz y, sobre todo, de continuar siendo una institución solidaria que represente de manera honrosa el pueblo de México”.
De su parte, el embajador Itzhak dijo que en Auschwitz no solo se destruyó a seres humanos, sino que la dignidad humana, la libertad y solidaridad también ascendieron como humo por el crematorio “y seamos claros, el antisemitismo no se detiene con los judíos”.
Subrayó que antisemitismo y racismo son una enfermedad maligna que destruye y aparta sociedad desde adentro y ninguna sociedad y ninguna democracia es inmune.
“Afortunadamente México es un refugio seguro para la comunidad judía, una isla de tranquilidad en un mundo tumultuosa, donde el antisemitismo está creciendo, pero no debemos ser complacientes”.
Dijo que se requiere de vigilancia, ante la aparición “aquí y allá” de jóvenes y adultos que se disfrazan de Adolfo Hitler.
“Si es acerca de nostalgia, las autoridades legales correspondientes tienen las herramientas necesarias para lidiar con ello. Sí es resultado de la ignorancia, la sociedad tiene el deber de transmitir las lecciones de la historia a cada individuo”, planteó.
Los embajadores de Alemania y de Polonia elogiaron la labor de Gilberto Bosques y en el marco de los festejos, el senador y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Héctor Vasconcelos, interpretó al piano obras de Haendel y Shubert acompañado del chelista Carlos Prieto, quien recordó que su violonchelo perteneció a un judío perseguido por los nazis y el cual adquirió desde hace 40 años.
AE