México enfrenta una oleada inédita de refugiados centroamericanos y está en ruta de romper este año el récord histórico de solicitudes de asilo, por lo que urge fortalecer el sistema nacional de asistencia y refugio a los migrantes que están llegando, advirtió Kelly Clements, Alta Comisionada Adjunta de Naciones Unidas para los Refugiados.
“La situación en México es muy fluida”, reconoció en entrevista con MILENIO, al término de una gira de evaluación que le llevó a recorrer las fronteras norte y sur así como algunos estados en el Bajío, en donde han sido reubicados decenas de migrantes centroamericanos bajo un programa piloto de Naciones Unidas que busca evitar que continúen su trayecto hacia Estados Unidos.
Clements dimensionó el tamaño del reto: en lo que va del año, se recibieron 22 mil 637 solicitudes, 65 por ciento de éstas en Tapachula. A manera de comparación, en todo 2019 hubo 70 mil a nivel nacional.
Clements, quien en la primera parte de su gira estuvo en Tapachula y Guatemala, consideró que al sur del país se ha desatado ya no solo un flujo migratorio, sino un “flujo continuo de buscadores de asilo”, por lo que la Acnur decidió abrir un diálogo permanente con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para explorar cómo la comunidad internacional puede asistir al gobierno mexicano a encarar el reto logístico y legal de ser destino, y no solo tránsito, para miles de potenciales asilados.
La diplomática mantuvo encuentros con funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Gobernación, la Comisión Mexicana de Asistencia a Refugiados (Comar) y el Instituto Nacional de Migración, con quienes dialogó sobre cómo fortalecer y lograr mayor eficiencia en el sistema mexicano de procesamiento de solicitudes de asilo para permitir que los migrantes, que están llegando a territorio nacional, puedan acceder a servicios básicos y rehacer sus vidas sin necesidad de continuar hacia EU.
“Creo que si ampliamos la capacidad de procesar las solicitudes de asilo en México, evitaremos que la gente tome viajes desesperados y bajo mucho riesgo para ir a la frontera norte”, recalcó. “Pueden ser recibidos en Tapachula, Tenosique o en la Ciudad de México. Es un tema de largo plazo, pero es muy urgente”.
Aseguró además que, junto con el gobierno mexicano, se explora la forma de enfrentar las causas de desplazamiento en Guatemala, Honduras y El Salvador, para ayudar a que esos países resuelvan su crisis por sí mismos.
“Esto va a tomar un esfuerzo monumental, coordinado, con cooperación internacional y un apoyo importante de la región incluido México”, advirtió.
Sobre la frontera norte, Clements expuso que la ACNUR y el gobierno mexicano ya analizan cómo procesar y reparar los efectos derivados de los Protocolos de Protección a Migrantes de EU, -conocidos como el Programa Remain in Mexico- y que durante su operación, en el gobierno de Donald Trump, derivaron en la creación de decenas de campamentos en los que los buscadores de asilo de Centroamérica vivían en condiciones precarias.
“Tengo que reconocer que México se encuentra en una posición complicada entre Estados Unidos y los países del sur”, expuso Clements. “Es una posición difícil y nosotros hemos trabajado de manera muy cercana con el gobierno de Estados Unidos en lo que se refiere a sus expectativas y en la reconstrucción de su sistema de asilo, que fue muy dañado en los últimos años”.
-¿Se abordó el tema de las violaciones a derechos humanos de migrantes en México?
Estamos en contacto con el gobierno (mexicano) acerca del tema de los derechos humanos, temas relacionados a la ley humanitaria, desplazamiento interno, legislación, así como el trato que se le da a aquellos que vienen buscando asilo a este país. _