En un decisivo debate presidencial, Kamala Harris logró sacar a Donald Trump de sus casillas al acusarlo de dejar el peor desempleo de la historia, de bloquear un histórico acuerdo migratorio, legar una crisis de salud pública por la pandemia y provocar la peor amenaza a la democracia de EU desde la guerra civil.
“Trump fue despedido por 81 millones de personas y es evidente que tiene muchas dificultades para asimilar eso. Pero no podemos permitirnos un presidente de Estados Unidos que intente, como lo hizo en el pasado, cambiar la voluntad de los votantes en una elección libre y justa”, acusó Harris en el debate realizado en el Centro Nacional Constitucional en Filadelfia.
En un tono firme, la vicepresidenta y ex fiscal general de California le recordó a los votantes, en especial a los indecisos, que Trump es un criminal convicto que tiene desprecio por el estado de derecho, que es considerado “una desgracia” por otros líderes del mundo y un peligro para la democracia.
Trump, visiblemente frustrado por los ataques de Harris, se lanzó sobre temas internacionales y la incapacidad de los demócratas para solucionarlos, principalmente Afganistán y la invasión rusa a Ucrania, pero sobre todo pivoteó la mayor parte de sus respuestas al tema migratorio y acusó a Harris de haber fracasado en su misión de arreglar la frontera y de formar parte de un gobierno que ha permitido deliberadamente el ingreso de millones de indocumentados para tratar de convertirlos en votantes.
De nuevo se jactó sobre su capacidad para resolver en poco tiempo la guerra Moscú-Kiev y advirtió que los demócratas pueden llevar a EU a una tercera guerra mundial pues Putin “tiene armas nucleares (...) y con el tiempo, tal vez las use”.
En el tema de Israel, Harris afirmó que seguirá el apoyo de EU bajo su mandato, en caso de ganar, y lo defenderá de agresiones de Irán; pero Trump acusó a la actual vicepresidenta de estar en contra del Estado judío el cual “puede desaparecer en dos años si ella llega a la Casa Blanca”
Otro tema candente fue el del aborto. “El gobierno y Trump no deberían decirle a una mujer qué hacer con su cuerpo”, señalo Harris al tiempo que recordaba a la audiencia que eran “mentiras” las declaraciones hechas minutos antes por el republicano sobre la tendencia de los demócratas de permitir abortos a los nueve meses de embarazo e incluso el “asesinato” de recién nacidos.
Cuando Trump quiso endosarle a Harris las políticas del actual mandatario, la vicepresidenta le respondió viéndolo directamente a la cara: “Yo no soy Biden y tampoco soy Trump”.
En respuesta a las críticas sobre su supuesto fracaso para controlar la migración en la frontera con México, Harris sostuvo que es la única que tiene experiencia para confrontar a las organizaciones criminales que trafican armas, drogas y personas.
Sin embargo, Trump reiteró sus acusaciones de que Harris es una “liberal de izquierda radical y marxista” que llevará a EU a convertirse en “Venezuela en esteroides por sus políticas económicas.
“Están construyendo plantas en México propiedad de China, piensan que pueden vender carros a EU pero no vamos a permitirlo. Vamos a aplicarles aranceles”, señaló.
Analistas de algunos de los principales medios impresos y televisivos de EU coincidieron que Kamala emergió como la clara ganadora del debate.