La instalación de retenes sobre la carretera federal 200 o también como “la costera de Chiapas”, aumentó las rutas clandestinas en el estado, provocando confusiones y ataques en contra de migrantes como el ocurrido el pasado martes en una vía de comunicación de terracería entre los municipios de Villacomaltitlán y Huixtla.
Activistas y defensores de derechos humanos han identificado hasta ahora cinco hechos similares, donde los migrantes que viajan en este tipo de vehículos han perdido la vida al transitar por caminos de extravíos.
Ruta de la muerte
En entrevista para MILENIO, Enrique Vidal Olascoaga, director general del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba en Tapachula, enfatizó que las políticas migratorias restrictivas y basadas en la seguridad nacional favorecen la creación de rutas alternas cada vez más invisibles, clandestinas, costosas y riesgosas para la integridad de las personas.
“En los últimos tres, cuatro años, los distintos grupos de delincuencia que se dedicaban al tráfico de personas, los conocidos como polleros, fueron completamente desplazados por los grandes cárteles del crimen organizado, encareciendo entonces los costos de que tienen que pagar en las cuotas como derecho de paso (…) Hablamos de un derecho de paso que tienen que pagar al crimen organizado”, enfatizó.
En el estado sureño del país existen tres rutas importantes para el tránsito de personas, la Selva, la Sierra y la Costera, siendo esta última la más transitada pero también la más peligrosa, ya que abarca 19 municipios de las regiones Istmo-Costa y Soconusco, es decir, inicia en Suchiate en los límites con Guatemala y termina en Arriaga, demarcación colindante con Oaxaca.
“Sabemos de un incremento también de rutas marítimas entre la costa norte de Chiapas hacia Oaxaca, entre Guatemala y Chiapas y vemos también un incremento de personas en la región sierra del estado de Chiapas”.
El especialista también explicó que han identificado riesgos diferenciados a lo largo de los 229 kilómetros de carretera, por ejemplo, entre Suchiate y Tapachula se ha registrado un incremento en la violencia sexual cometida hacia mujeres y niñez, mientras que en los municipios que van hacia arriba de Tapachula, es decir, con dirección a Huixtla, Escuintla y Pijijiapan los costos para transitar son más altos.
Aunque el director del CDH Fray Matías, dijo que en la región de la costa norte de Chiapas,” ya para cruzar hacia Oaxaca”, en los municipios de Arriaga y de Tonalá están siendo rutas cada vez más peligrosas para la población en general, ya que es conocida por delitos graves de secuestros de autobuses, de pistas clandestinas y de delitos de alto impacto.
La Migración
Originalmente por la ruta costera transitaban migrantes de seis nacionalidades, pero actualmente se han registrado extranjeros de hasta 30 países que buscan llegar hasta los Estados Unidos a pesar de los riesgos que este representa, aseveró Daniel Hernández Rabanales, coordinador de la Casa del Migrante “Brazo de Dios” en el municipio de Huixtla.
“Pero ahora me dicen que la zona un poquito más más insegura es desde Escuintla hasta Mapastepec, esa partecita ha desaparecido mucho, los han agarrado, los han secuestrado, no sé mucho, pero sí esa parte es la más riesgosa”.
El activista dijo que la delincuencia organizada encontró en las personas en tránsito un “buen” negocio, ya que al llegar a territorio mexicano se vuelven susceptibles ante el abandono de las autoridades de migración, siendo presa fácil de los delitos y asesinatos.
“Asaltan a los migrantes, si no traen dinero les exigen que lo pidan allá a sus familiares para que los puedan soltar, eso ha sucedido ahora, está más riesgoso ahora más que nunca”.
LG