Luego de meses de la presencia de miles de migrante concentrados en el bordo del Río Bravo, en Ciudad Juárez, Chihuahua, al cierre del año se mantuvo el arribo de personas en situación de movilidad, aunque en menor cantidad.
Francisco González, vocero de la red de albergues “Somos uno por Juárez”, informó que los 13 refugios de la sociedad civil e iglesias cristianas que conforman la red este primero de enero están aproximadamente al 60 por ciento de su capacidad, lo que implica una baja con relación a meses anteriores.
González también dijo que han documentado que los migrantes siguen llegando y se van directo al Río Bravo que marca el límite de Juárez con El Paso, Texas. Aunque también en una menor cantidad en comparación con semanas anteriores.
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“Estamos entre un 50 a 60 por ciento, más o menos tenemos a unas 600 personas entre 13 albergues. Esperamos que aumente en 15 días o dentro de una semana; los migrantes siguen llegando y estamos listos para servirles. Hay personas que ya cruzaron y les dan los datos de cómo llegar a nuestros albergues, otros, la mayoría se van directo al bordo del Río y estos días sabemos que hay menos personas ahí”, señaló.
En un recorrido de MILENIO realizado este 31 de diciembre en el bordo del Río Bravo se observó a unas 100 personas frente a la puerta o marcador 36, esperando a que los elementos de la Patrulla Fronteriza los reciban, para solicitar asilo político.
También se vio la llegada de grupos de personas que atravesaron el cauce del Río Bravo a pesar de las bajas temperaturas y de lo gélido del agua, después de haber esquivado a los escasos oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM) que permanecen en el sitio a bordo de dos unidades.
Después de atravesar el Río, ya del lado estadunidense, los migrantes se ocultaron entre los arbustos y maleza en espera de un descuido de los elementos de la Guardia Nacional de Texas para cruzar el alambrado de púas y poder llegar al frente de la puerta 36.
“Vengo de Venezuela, en mi país la situación está muy difícil, muy duro. Llevo dos meses viajando, aquí a Juárez llegamos por tierra, en tren después de cinco días de viaje desde Ciudad de México. Con la ayuda de Dios hoy (ayer) estamos ya en Estados Unidos”, dijo Maikol Rodríguez mientras atravesaba el cauce del Río Bravo junto a otros tres hombres.
“Con la cita del CBP ONE es muy lento, lo intentamos y no da. No tenemos otra opción, solo cruzar así”, dijo otro extranjero que pidió la reserva de su nombre mientras buscaba una bolsa de plástico tirada entre las decenas de prendas arrojadas junto al Río para guardar sus tenis y su celular al tiempo que preguntaba si los de la migra mexicana se aproximaban.
Ese grupo de hombres corrió al ver las unidades del INM, pensando que iban a evitar que pudieran cruzar a Estados Unidos. Sin embargo, los oficiales no se bajaron de sus unidades en ningún momento.
El pasado 27 de diciembre el presidente Andrés Manuel López Obrador se reunió con una delegación estadounidense a cargo del secretario de Estado, Antony Blinken. En la reunión se acordó normalizar los cruces fronterizos, defender a los migrantes de abusos y traficantes, así como atender las causas que provocan el fenómeno migratorio.
Para ello, ambos gobiernos crearán un grupo de trabajo que tendrá reuniones periódicas a fin de analizar los avances de las acciones que permitan detener el aumento de flujos migratorios en la frontera entre México y Estados Unidos.
aag