La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) anunció que impugnará dicha sentencia del Juez Sexto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, Francisco Javier Rebolledo Peña , quien concedió un amparo a Monsanto contra el Decreto emitido por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 31 de diciembre de 2020 para eliminar gradualmente el glifosato.
“Hoy no podemos dar un paso atrás en nuestra obligación de salvaguardar la vida, velar por un medio ambiente adecuado y conservar la biodiversidad. Por ello, mantenemos y seguiremos apelando al Principio de Precaución para la formulación e implementación del Decreto Presidencial del 31 de diciembre de 2020 y como base de la legislación ambiental”, dijo la titular de la dependencia, María Luisa Albores.
El gobierno de México, a través de la Semarnat, manifestó su desacuerdo por la sentencia del juez, ya que asegura que “con argumentos engañosos, Monsanto busca desconocer el principio precautorio, el cual México ha adoptado en diversos convenios y leyes, y que debido a la modificación del Artículo Primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos este Principio es parte de la misma Constitución”.
En un comunicado, la Semarnat sostuvo que esta decisión del juez Rebolledo Peña no es definitiva, y sólo beneficia a una empresa privada transnacional, además de que no tomó en cuenta el perjuicio a la salud de las y los mexicanos por el uso de este herbicida, lo cual está demostrado en investigaciones médicas y científicas.
“La Semarnat impugnará mediante un recurso de revisión, completamente sustentado que deberá resolver un Tribunal Colegiado, para lo cual se cuenta con un plazo de 10 días”.
La dependencia destacó que el Decreto presidencial ha sido recibido con gran beneplácito por la población mexicana y por muchos otros países que reconocen que el herbicida glifosato es sumamente dañino a la salud humana y ambiental.
Además, este decreto da continuidad a la larga lucha de la sociedad mexicana por reconocer al maíz como patrimonio biocultural que nos da identidad e impedir la introducción de variedades genéticamente modificadas que permiten su apropiación a través de patentes y deterioran el reservorio genético que se ha construido a lo largo de miles de años.
“Como Semarnat tenemos ante todo la obligación de preservar el ambiente y la vida, por ello hemos recopilado información suficiente que acredita los daños causados por esta sustancia a especies polinizadoras como las abejas, el agua superficial de los cauces naturales, el suelo, la flora y el aire”.
LG