La bancada de Morena en la Cámara de Diputados presentó formalmente ante el pleno su iniciativa de adición al Código Penal Federal para sancionar la apología del delito mediante canciones, series de televisión, películas, videojuegos, obras de teatro o cualquier otra expresión artística o mediática.
Al exponer ante el pleno la propuesta, el legislador y vocero de la fracción morenista en el Palacio de San Lázaro, Arturo Ávila, advirtió que los jóvenes están hoy en peligro ante la glorificación del delito y sostuvo que no es posible ya ser tolerante a la invitación de la comisión de actos ilícitos.
Por ello, la adición propuesta al artículo 208 del Código Penal Federal prevé que quienes “en obras culturales, tales como películas, series de televisión, música, literatura, obras de teatro, videojuegos o cualquier otra forma de expresión artística o mediática realice apología de delitos, es decir, promueva, glorifique o justifique la comisión de conductas ilícitas de manera que favorezca su imitación o incite a la audiencia a llevar a cabo tales actos, será sancionado”.
El texto vigente establece ya sanciones desde diez a ciento ochenta jornadas de trabajo comunitario hasta la penalidad correspondiente al delito del que, en su caso, se haga apología.
“Al que provoque públicamente a cometer un delito o haga la apología de éste o de algún vicio, se le aplicarán de diez a ciento ochenta jornadas de trabajo en favor de la comunidad, si el delito no se ejecutare; en caso contrario, se aplicará al provocador la sanción que le corresponda por su participación en el delito cometido”, señala.
De acuerdo con la exposición de motivos de la iniciativa, las manifestaciones culturales en el cine, la televisión y las obras artísticas cumplen un papel esencial en la formación de valores y comportamientos dentro de la sociedad.
“No obstante, algunas obras culturales, en su afán por contar historias impactantes o realistas, pueden terminar promoviendo conductas delictivas o glorificando comportamientos ilícitos. Este fenómeno se conoce como apología del delito y aunque en principio puede ser visto como una forma de libre expresión, cuando afecta la percepción colectiva de la sociedad, sobre todo de los sectores más vulnerables, se vuelve un peligro potencial para el orden público y la convivencia armónica”, puntualiza.
Asimismo, subraya, el consumo de contenido cultural no está limitado a un público adulto, sino que los niños y adolescentes también tienen acceso a estas obras.
“La apología del delito puede ser particularmente dañina para este grupo, pues podría influir en su percepción del mundo, especialmente si no cuentan con una base sólida de valores y principios éticos. Las obras que glorifican el crimen pueden incitar a los jóvenes a emular comportamientos peligrosos, ya sea como una forma de alcanzar poder, respeto o como una vía para resolver conflictos”, remarca.
LG