Más de tres mil militantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) han convocado a la primera Convención Nacional Morenista para mañana 5 de febrero, la cual busca abrir cause a la participación ciudadana y militantes con el fin de recuperar la mística fundadora de un partido-movimiento, aseguró John Ackerman, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
“Es una convocatoria muy sui géneris porque no está en el estatuto, nadie nos está convocando, ni el presidente del partido, ni el presidente del consejo nacional, ni la secretaria general, nadie en particular, es una especie de travesura, rebelión pacífica de las bases, pero a favor de la participación”.
En entrevista para MILENIO, el también militante fundador de ese partido indicó que esta convocatoria no tiene el objetivo de crear alguna secta o corriente al interior de Morena.
“La idea es recuperar esa mística fundadora de un partido-movimiento. No estamos creando corriente ni secta, ni dividiendo el partido, todo lo contrario, estamos reuniendo el partido”, indicó.
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Para el académico de la UNAM, Morena se encuentra fracturado por varias razones, entre ellas, el rompimiento de la legalidad, pues no se ha convocado a un congreso nacional ordinario desde el 2015.
“A partir de recuperar esa mística fundadora vamos a poder estar juntos y abrirnos a la ciudadanía los militantes fundadores y la ciudadanía independiente”, agregó.
Alerta de prácticas del “viejo régimen” al interior de Morena
El también director del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la UNAM alertó que tanto la militancia como los ciudadanos han comenzado a desencantarse con algunas prácticas características de otros partidos, las cuáles se han empezado a reproducirse en Morena como el clientelismo y autoritarismo.
“Morena no es igual a otros partidos, por eso es preocupante que empiecen a infiltrarse prácticas del viejo régimen como el clientelismo, corporativismo, opacidad, autoritarismo y antes de que estos cánceres empiecen a destruir la médula del partido es hora de regenerar desde adentro, fortalecer al partido”, expresó.
En dicha convención habrá diferentes mesas para debatir, proponer ideas y trazar un rumbo hacía “el rescate de Morena; a favor de la cuarta transformación, de Andrés Manuel López Obrador, de la reforma eléctrica y la ratificación (sic) de mandato”, indicó Ackerman.
—¿En qué momento empieza la fragmentación e Morena? ¿quiénes lo han permitido?
—La gota que derramó el vaso, para mí, fue un pronunciamiento que publicaron en la prensa nacional el lunes 20 de septiembre Mario Delgado junto con un elenco muy amplio de autoridades e integrantes del partido Morena; de hecho, muchos de ellos se deslindaron después, han conversado que nunca leyeron bien el documento.
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Ese documento anunció un pacto de Morena supuestamente con las fuerzas sociales del país, pero realmente es lo contrario, le llamo el ‘Pacto por Morena’ porque tiene algunas similitudes con el Pacto por México, porque atrás de un discurso de unidad lo que está haciendo es lo contrario.
Lo que anunció el desplegado es la cancelación del congreso nacional ordinario del 2021, eso lo medular más allá de las palabras. Anunciaron que no se va a cumplir el artículo 34 del estatuto del partido que mandata a que cada tres años, en elección federal, se celebre un congreso nacional ordinario en que se renuevan todas las instancias del partido, se hacen asambleas, se renueva el Consejo Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional (…).
Un segundo anuncio en ese pronunciamiento es el inicio de un nuevo proceso de empadronamiento, totalmente de afiliación, totalmente indiscriminada, en que se negaban los derechos de los morenistas fundadores, se les pide, incluso, que se reafilien al partido, es una especie de borrón y cuenta nueva con respecto al partido. Lo que está anunciando ahí el paso a una (inaudible) de un nuevo partido político casi casi está anunciando ahí (el desplegado).
‘Destape’ para el 2024 no causa división, es apertura democrática: Ackerman
Ackerman aseguró, como una lección de los gobiernos de izquierda en América Latina, que sin un partido fuerte arraigado a las bases “es difícil dar continuidad a la transformación revolucionaria”.
“Es una mirada de largo plazo. No estamos defendiendo ni atacando a ningún candidato ni persona en particular sino atendiendo de raíz, siguiendo el ejemplo de Andrés Manuel de radicalidad, es que los problemas se (inaudible) de fondo de Morena”, indicó.
—¿Los adversarios más peligrosos son los que están afuera de Morena, en la oposición, o adentro, los disfrazados de aliados?
—Los de fuera son los más peligrosos, hay unos intereses muy fuertes que están consolidándose, invirtiendo mucho dinero y esfuerzo para tumbar este gobierno y asegurar que no haya continuidad, eso es el peligro mayor, pero también debemos estar muy atentos con respecto a la influencia dentro del partido de actores e intereses que van en contra de la cuarta transformación.
—¿Qué tanto daño está haciendo a Morena que ya desde ahorita estén promoviendo sus agendas quienes buscan la candidatura presidencial y otras figuras que han externado su interés?
—Celebro la apertura, la transparencia en que se está dando este debate publico con respecto al futuro de la cuarta transformación. Rompe con los cánones de la cultura política priísta histórica en que el Presidente espera hasta el último momento con el fin de mantener su control sobre el gobierno y generar mayor redito, agradecimiento, lealtad de quien al final (busca sucederlo).
Hoy Andrés Manuel está rompiendo con esa vieja cultura desde la mitad de su sexenio (…) me parece perfectamente sana de que cada uno vaya decantando y transparentando sus intereses y visiones. No es una división sino apertura democrática.
EHR