Morena y sus aliados optaron por la retirada táctica. Según sus cuentas, sólo les faltaba convencer a tres senadores para aprobar la prórroga de cuatro años más a las funciones de seguridad pública a cargo de las fuerzas armadas y regresaron a comisiones la minuta en busca de conseguir la mayoría calificada en el pleno.
La oposición se quejó de “una trampa legislativa”, pues alegó que la reforma debió rechazarse y condenó la compra de votos.
Según lo previsto por el bloque mayoritario, los únicos votos claros en contra eran los de Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu y Nuvia Mayorga. Sin embargo, Beatriz Paredes, en tribuna, adelantó su rechazo y Jorge Carlos Ramírez, después de la sesión, dijo que sostenía su voto en contra, a pesar de su encuentro con Adán Augusto López.
Al final nadie votó. Ni Mario Zamora, que ayer mismo se reunió con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, a la hora de la sesión para hablar de sus tenis. Tampoco hablaron de que tanto el ex gobernador como el actual mandatario de Sinaloa, le habían pedido avalar extender hasta 2028 la presencia de las fuerzas armadas en las calles.
Ni Miguel Ángel Osorio Chong, quien había adelantado que la bancada del PRI estaba en contra de lo propuesto por su partido en la Cámara de Diputados, y que, a su vez, fue llamado públicamente por el gobernador de su estado, Julio Menchaca, para respaldar la reforma.
Tampoco Manuel Añorve, quien ha apoyado en el Senado las decisiones de su dirigente, Alejandro Moreno, enfrentado con el ex secretario de Gobernación.
Del PRI, sólo subieron a tribuna Claudia Ruiz Massieu y Beatriz Paredes para adelantar su voto en contra y, de paso, señalar que los priistas no iban en bloque. Los demás permanecieron agazapados.
El panista Damián Zepeda aguó la fiesta que traía el bloque de contención. "Ojo, estuvo Morena muy cerca. Según información disponible estuvieron a uno o dos votos de lograrlo, ya habían conseguido varios votos, por eso hicieron retirada estratégica. Intentarán conseguirlo, así que ¡pilas!", dijo por la tarde.
Lo que fue confirmado por el coordinador morenista Ricardo Monreal: "para poder, incluso, de ser necesario modificar el contenido de la minuta y lograr que todos estemos de acuerdo, de eso se trata en el parlamento, particularmente, en el Senado", adelantó.
Mientras, Eduardo Ramírez, presidente de una de las dos comisiones dictaminadoras, dejó claro que el camino a seguir es con el PRI.
“Evidentemente, los números no nos ajustan. Vamos a darnos un espacio de diálogo y construir con la bancada del PRI, que han mostrado interés que, si se modifica la minuta de Cámara de Diputados, podemos alcanzar la mayoría calificada. Es lo que sigue en los próximos días, tenemos que ceder si queremos sacar la reforma, a algunas solicitudes que ellos han planteado al quinto transitorio”, explicó.
De paso, admitió: "la verdad es que tenemos algunas compañeras de Morena que no quisieron acompañarnos, porque argumentan que es una lucha histórica de la izquierda mexicana que ellos han dado en los estados de donde son originarios", expuso.
Los senadores cuentan con 10 días hábiles para poder aprobar la minuta turnada desde San Lázaro.
El bloque de contención en el Senado lo logró. PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, Grupo Plural y una parte del PRI se disponía a votar a contracorriente de la dirigencia encabezada por Alejandro Moreno.
El fracaso del plan de Morena y diez senadores del PRI fue tal que prefirieron optar por la retirada táctica y evitar la votación que, de acuerdo con las cuentas que se hacían en los pasillos, no alcanzaban el número de 86 legisladores requerido para una reforma constitucional. Y es que de los morenistas que votarían en contra lograron convencer a Nestora Salgado y Blanca Piña para respaldar la propuesta.
Se quedó en suspenso si el voto del PRI cuartearía irremediablemente, no sólo al bloque de contención, sino la coalición Va por México, que Moreno dice no querer dejar, pero que el PAN y PRD ya aclararon que no va más con el campechano al frente del tricolor.
El senador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, admitió que habló con el secretario de Gobernación, pero dijo mantener su postura de que no se puede dar un “cheque en blanco”.
Después de cinco horas de discusión y con un procedimiento cuestionado por la oposición, por voto a mano alzada de la mayoría, se devolvió la minuta a las comisiones con el propósito de dar tiempo de análisis y replantear el texto en busca del consenso.
“¡No traen los votos!, ¡no traen los votos!, ¡hoy!, ¡hoy!”, coreó la oposición en el Senado cuando el coordinador de Morena, Ricardo Monreal propuso dar más tiempo a las comisiones para analizar la prórroga a las tareas de seguridad pública a cargo de las Fuerzas Armadas hasta el 2028, que actualmente vence en marzo de 2024.
Desde la tribuna, el líder de la mayoría dijo a la oposición tras escuchar sus votos particulares: “les hago una propuesta: demos tiempo a la discusión, más tiempo, ¿es lo que quieren? Yo le pido al grupo parlamentario mayoritario que pueda acompañarlo. ¡Ah!, ¿ahora resulta que no quieren?”.
“¡Hoy!, ¡hoy! No les alcanzó todo el dinero del mundo para corromper”, coreaba desde su escaño la panista Xóchitl Galvez, quien, junto con Kenia López desplegó una manta con la Bandera Nacional y en medio el texto: “#voto por México”.
Monreal insistió en que estaba dispuesto a discutir el tema. Mientras, desde sus escaños, los morenistas como Lucía Trasviña, Félix Salgado Macedonio, Elí Cervates, María Merced González, Citlalli Hernández y Delfina Gómez se ponían de pie y aplaudían a su coordinador; mientras y los panistas insistían en que no tenían los votos.
Desde sus lugares, Germán Martínez, del Grupo Plural, expresó a Monreal: “¿Cuánto tiempo quieren para lucirse con el Presidente? Para ver cuántos más agarra Adán Augusto y a ver si le quita la candidatura a usted y le da un codazo a Claudia Sheinbaum y se baja Ebrard y se luce con el Presidente”.
Al presentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Eduardo Ramírez, explicó que “no son suficientes los cinco años. Esa es nuestra conclusión y reflexión como senadores de México, comprometidos con la transformación del país. Tenemos que honrar el trabajo de las fuerzas armadas, de no hacerlo, sería un acto de ingratitud, no es militarización, es acompañamiento y ese acompañamiento se da en lo que debió ser una reforma constitucional como el que el día de hoy estamos discutiendo”, subrayó desde tribuna.
Al presentar su voto particular, la senadora del PRI, Claudia Ruiz Massieu dejó en claro que esta prórroga era para cumplir una “consigna, cumplir un capricho, para demostrar que se puede intentar doblar a la oposición en perjuicio de las instituciones democráticas, poniendo en riesgo nuestros derechos humanos, poniendo en riesgo a la ciudadanía y a las fuerzas armadas que tienen todo nuestro respeto. Con este dictamen se van a ver vulneradas en ese aprecio social y en su espíritu de cuerpo”.
La legisladora del PRI lanzó un par de preguntas que eran respondidas por la oposición desde sus escaños: ¿quién quiere que México tenga policías civiles capacitadas, profesionales, bien pagadas, reconocidas por la sociedad? “¡Todos!”. ¿Quién quiere que las fuerzas armadas mantengan su prestigio, su aprecio social? “¡Yo!”.
Más tarde, la senadora del PAN, Kenia López Rabadán, insistió en que había presiones para que los legisladores apoyaran la prórroga.
“El problema, señores de Morena, es quién va a dar esas órdenes, un régimen que persigue opositores, amedrenta a sus críticos, utiliza el Poder Judicial para amenazar a los disidentes y ustedes creen que están a salvo. Creen que porque están al lado del presidente están a salvo, no se les olvide cómo ha tratado su partido, a quienes han dicho no estamos de acuerdo con López Obrador, incluso, los han acusado de traición”, subrayó.
El emecista Dante Delgado denunció que para romper el bloque de contención se usaron las prácticas “además de todo lo que hicieron el secretario de Gobernación, el secretario de Defensa, de Marina, no lograron su propósito”.
Noé Castañón, también de Movimiento Ciudadano, aseveró que el dictamen iba en contra de los principios de civilidad del que deben gozar las instancias de seguridad pública y se pronunció por fortalecer a las policías estatales y municipales, sin necesidad que incursionen las fuerzas armadas.
Al inicio de la sesión, el oficialismo rechazó, con 61 votos en contra y 38 en pro, una moción suspensiva presentada por la panista Nadia Navarro para que el dictamen fuera devuelto a comisiones, argumentando que la continuidad de las fuerzas armadas exigía consensos y escuchar a expertos, a los gobernadores y a la sociedad civil.
JLMR