Morena y PRI se disputan control del INAI

El pleno del INAI vivirá la tercera elección de su presidencia, un proceso que ha generado una disputa abierta entre Blanca Lilia Ibarra y Óscar Guerra Ford.

El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. (Archivo)
Rafael Montes
Ciudad de México /

El pleno del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) vivirá la tercera elección de su presidencia, un proceso que ha generado una disputa abierta entre Blanca Lilia Ibarra y Óscar Guerra Ford.

Identificada con el PRI no por su militancia, sino por su trayectoria, que ha construido en contextos en que personajes del tricolor han sido su apoyo, Ibarra Cadena enfrentará a Guerra Ford, señalado como la carta fuerte del gobierno federal, igualmente por su trayectoria, construida de la mano de personajes de la izquierda --una parte, universitaria--, que fueron del PRD y que, con Morena, conquistaron el poder federal.

La decisión de los comisionados del pleno del INAI se tomará a la luz del momento político que vive el organismo frente al Presidente de la República, quien lo golpea constantemente.

La designación de Blanca Lilia Ibarra como comisionada del INAI en 2018 fue vista como una maniobra del ex senador Emilio Gamboa Patrón, entonces coordinador de la bancada del PRI y amigo cercano de la Blanca Alcalá, ex senadora y compañera y amiga de Ibarra Cadena desde tiempos en que una fue presidenta municipal de Puebla y la otra, presidenta de la Comisión de Transparencia de ese municipio.

Por su parte, el nombramiento de Guerra Ford en 2014 como comisionado del INAI fue visto como cuota política del senador Alejandro Encinas, amigo de Guerra, colegas de la Facultad de Economía de la UNAM y quien, cuando fue Jefe de Gobierno interino, lo respaldó en 2006 para ser nombrado comisionado presidente del Instituto de Acceso a la Información Pública del DF (INFODF), el más visible de los institutos locales y del que fue su presidente, desde donde Guerra Ford construyó alianzas políticas y de trabajo con comisionados de otros institutos locales, algunos de los cuales hoy son sus compañeros en el pleno del INAI y que garantizarían una mayoría aplastante sobre Ibarra Cadena.

“No es priista”

Personajes que trabajaron de cerca con Ibarra en sus diversos cargos en Puebla afirman que no tiene una filiación partidista y menos, priista, y la describen como alguien dispuesta al diálogo, que sabe construir alianzas tanto con la sociedad civil como con medios de comunicación.

Sin embargo, reconocen que su crecimiento se dio en momentos en el que el PRI ha tenido el poder.

“Si ella creció con el PRI fue porque el PRI siempre gobernó Puebla”, dijo una persona que ha seguido el trabajo de Blanca Lilia Ibarra.

Ibarra, periodista de formación, conductora y productora en diversos programas de radio y televisión en Puebla, fue nombrada en 2002 y hasta 2005, directora de Comunicación Social del Congreso del estado de Puebla, cuando el PRI tenía 25 de 41 diputados.

En 2008, cuando Blanca Alcalá ganó la presidencia municipal de Puebla abanderada por el PRI, Ibarra fue elegida comisionada presidenta de la Comisión de Transparencia del Municipio de Puebla.

Apoyada por Alcalá, en 2009, el Congreso local, dominado por el PRI, la designó integrante de la Comisión para el Acceso a la Información Pública (CAIP) del estado, de la que fue presidenta desde 2011 hasta enero de 2014, cuando tuvo que renunciar al cargo acosada políticamente por el gobernador Rafael Moreno Valle.

Se “exilió” de Puebla y ocupó la Dirección de Documentación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación entre 2014 y 2015, un cargo adscrito a la Coordinación de Información, Documentación y Transparencia, encabezada por Francisco Javier Acuña, quien dejó ese cargo poco después para ser comisionado del INAI.

En 2015, Ibarra fue nombrada directora del Canal del Congreso, y desde ahí, en 2018, se postuló por segunda ocasión al INAI –la primera fue en 2014, desde la CAIP--, para, esta vez, sí obtener el cargo, en medio de señalamientos de supuestamente ser cuota política del PRI… y de Morena.

De la izquierda universitaria

En la Facultad de Economía de la UNAM, de la que fue alumno, directivo y es profesor, Óscar Guerra Ford solía decirse marxista; “perseguíamos al capitalismo… hasta que lo alcanzamos”, ironiza ahora.

Universitario de corazón, es amigo de autoridades de la UNAM, como Jorge Islas, ex abogado general de la Máxima Casa de Estudios, ahora Cónsul General en Nueva York del actual gobierno.

En la universidad, entre los años 70 y 80 forjó su amistad con un izquierdista de cepa, Alejandro Encinas; el ahora subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación solía ser invitado especial de todos los actos organizados por Guerra Ford cuando encabezó el INFODF, cargo que obtuvo cuando Encinas fue el jefe de gobierno interino tras el desafuero del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador.

En 2010, Guerra se reeligió en el InfoDF y con el entonces jefe de Gobierno Marcelo Ebrard, ahora canciller, fue un comisionado cómodo, según ex colaboradores consultados.

“No se confronta con el poder”, dijo uno de ellos, quien explica que Guerra Ford tampoco “regala calificaciones”, pero sí suele presionar personalmente a los funcionarios para que cumplan con sus obligaciones de transparencia e incluso les proporcionaba asesoría con personal especializado del instituto.

Desde el INFODF, Guerra tuvo un liderazgo entre sus colegas presidentes de otros institutos, como Rosendoevgueni Monterrey, del Estado de México, y Adrián Alcalá, de Baja California, que ahora son sus compañeros en el INAI y que, seguramente, votarán por él.

Los votos que le faltan --pues debe ganar con cinco de siete--, podrían ser los de Josefina Román y Julieta Del Río, con quienes desde el INAI construyó una buena relación cuando ocuparon la presidencia de sus institutos, en el Estado de México y Zacatecas, respectivamente.

ledz

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