En marzo de 2011, Juan Francisco, hijo del poeta Javier Sicilia, fue asesinado en Temixco, Morelos, junto a tres amigos del joven, aquellas muertes se sumaron a la lista de las víctimas de la violencia durante el sexenio de Felipe Calderón por lo que en ese año el escritor, junto a familiares de víctimas, fundaron el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD).
Tras encabezar una caravana desde Cuernavaca, Morelos, el 8 de mayo de 2011 el contingente de familiares de las víctimas junto a Sicilia y personas de la sociedad civil llegaron al Zócalo de la Ciudad de México para encabezar una protesta y plasmar seis propuestas.
Las seis propuestas del MPJD
1. Esclarecer asesinatos y desapariciones y nombrar a las víctimas.
2. Poner fin a la estrategia de guerra y asumir un enfoque de seguridad ciudadana.
3. Combatir la corrupción y la impunidad.
4. Combatir la raíz económica y las ganancias del crimen.
5. Atención de emergencia a la juventud y acciones efectivas de recuperación del tejido social.
6. Democracia participativa.
En el discurso que pronunció Sicilia aquel 8 de mayo, el activista pidió la renuncia del entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y los asistentes respondieron en coro “¡Fuera Calderón, fuera Calderón!"
“No más muertes, no más odio. Hemos salido a caminar en estas calles con dignidad y paz, la violencia nos va a llevar a más violencia”, proclamó Sicilia.
A nueve años de aquél suceso, Genaro García Luna fue arrestado en Dallas, Texas, acusado de tener vínculos con el narcotráfico, mientras que el ex presidente Felipe Calderón negó que en su administración tuviera conocimiento de esos presuntos nexos.
En ese mitin, Sicilia cuestionó: "¿Por qué se permitió al Presidente de la República, y por qué decidió éste lanzar al Ejército a las calles en una guerra absurda que nos ha costado 40 mil víctimas y millones de mexicanos abandonados al miedo e incertidumbre?
"¿A dónde estaban los partidos, los alcaldes, los gobernadores, las autoridades federales, el Ejército, la armada, las iglesias, los congresos, los empresarios, donde estábamos todos cuando los caminos y carreteras que llevan a Tamaulipas se convirtieron en trampas mortales para hombres y mujeres indefensos?", expresó Sicilia hace nueve años.
Emilio Álvarez Icaza, quien acompañó a Javier Sicilia en su movimiento, considera que el panorama nacional no ha cambiado del todo desde 2011. "La grave crisis de derechos humanos está lejos de resolverse y lo que empezó hace nueve años como un movimiento del dolor de las víctimas se ha multiplicado; hay muchos colectivos más que pasaron de víctimas a defensores de derechos", explica en entrevista para MILENIO.
"No paran las desapariciones, no para la violencia, se legalizó la militarización (con la Guardia Nacional), se dijo que iba a cambiar la fórmula que empezó Felipe Calderón y continuó Enrique Peña Nieto y por el contrario, se siguió la misma receta por más que se diga que no", sostuvo el ahora senador.
En un pronunciamiento del MPJD a nueve años de su fundación, señaló que: "si algo nos han enseñado (...) el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad,(...) y la emergencia del covid-19, es que la fuerza de respuesta y de transformación para responder a la crisis no están ni en el Estado ni en la lógica del entorno económico que conocemos y que, como toda creación histórica, están colapsados. Se encuentran, por el contrario, en la capacidad humana y vital de la gente para organizarse de manera solidaria".
¿Qué recuerda de aquel 8 de mayo de 2011?
Recuerdo con mucha fuerza los testimonios de las víctimas en el Zócalo, lo que hizo el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad fue sacudir el corazón del país a partir de escuchar los testimonios tan dolorosos de las víctimas.Una María Herrera que narraba la condición de tener cuatro hijos desaparecidos; una Araceli Rodríguez que contaba de su hijo política federal desaparecido y así cientos de testimonios.
¿Qué tanta vigencia tiene el MPJD al día de hoy?
El movimiento cumplió una fase muy importante para cambiar la conciencia nacional y romper de un tajo ese telón de que no pasaba nada, cuestionar la guerra contra el narco y las acciones de violaciones a los derechos humanos. Cumplió una faceta de multiplicador y formador, es una entidad más y su voz es indispensable en la necesidad en un país que se niega por su gobierno y poderes fácticos a hacer una revisión de justicia transicional de los pendientes del pasado.
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En noviembre de 2019, tres mujeres y seis menores que pertenecían a la familia LeBarón fueron asesinados entre los límites de Sonora y Chihuahua, donde grupos delictivos se disputan el territorio, el cual es una ruta para el trasiego de drogas a Estados Unidos.
A raíz de ese suceso, Javier Sicilia se sumó a la familia LeBarón para exigir justicia y encabezaron diversas jornadas de la Caminata por la Verdad, Justicia y Paz.
Para Álvarez Icaza, Javier Sicilia y el MPDJ no han jugado un papel de oposición al gobierno de la 4T a los gobiernos anteriores o los demás poderes sino de exigencia de justicia legítima, con base en sus derechos humanos "y ese es su rol. El ejercicio a los derechos humanos no es un ataque a los gobernantes".
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