Al interior de su funeraria en Iztapalapa, Ángel Anaya, sin cubrebocas u otro aditamento de protección contra el coronavirus, va y viene tranquilo limpiando ataúdes.
Acepta ser entrevistado e informa que en su funeraria, ubicada frente al Hospital de Especialidades Dr. Belisario Domínguez, en Iztapalapa, el número de servicios de fallecidos por esa infección, crece.
Con su experiencia, Ángel lo dice así “los últimos días de 5 a 10, diarios, son muchos…”.Sí, son muchos, tanto que los hornos crematorios ya no se dan abasto. Se ha saturado el servicio de cremación.
“Están saturados todos los hornos, todos, todos, están saturados. No hay horarios disponibles, por qué, porque desde el hospital le dan a la familia indicación que tienen que cremar”, dice Karen Yaneli Sánchez de la Funeraria Flor del Sinaí, aledaña al Hospital General de México.
La espera para cremar es de hasta tres días, coinciden en entrevistas por separado.
A la visión dramática de la infección y del colapso de dichos hornos se adiciona el cortejo fúnebre.
MILENIO registró a la entrada del Panteón Civil San Lorenzo Tezonco, igual en Iztapalapa, el ingreso de una carroza cada 4 minutos en promedio.
Precisamente a las puertas de este recinto, el día de ayer miércoles, llegaron dos jeeps del Ejército, como parte del Plan DN-III. Además de personal de esa alcaldía.
En el lugar hay un fuerte operativo para disuadir los cortejos fúnebres masivos. Las cuatro carrozas que llegaron en el transcurso de 15 minutos lo hicieron acompañados de autos con familiares del muerto. Sin embargo, solo se dejó pasar a 5 personas por difunto.
Ante el operativo, los dolientes no tuvieron más que retirarse del cortejo, unos con enojo, otros con aceptación.
A las puertas de este panteón, consultamos sobre el punto a Víctor Romero “sí, ya estábamos conscientes de que no iban a poder acceder al panteón todos los familiares que veníamos; somos pocos, tres por carro aproximadamente”. Eran seis coches y un micro del transporte público.
Sobre el servicio crematorio en la capital del país, Ángel Anaya de la Funeraria Enzer, afirma que está “saturado, no hay horarios, hasta después del sábado y domingo. Aquí ahorita la pandemia está muy fuerte, es uno de los hospitales que más decesos ha tenido y esperan a partir de hoy en adelante más decesos diarios”.
Desde el 18 de marzo a la fecha, debido a la pandemia del covid-19 han muerto en la Ciudad de México 443 personas, según el registro oficial del martes por la noche.
En diferentes funerarias, coinciden en la saturación de los hornos crematorios. El servicio, simplemente está colapsado.
Para Karen Yaneli Sánchez, dicha saturación origina que el difunto tenga que esperar, incluso hasta tres días para ser cremado. Su mismo negocio pierde “me llegaron 20 servicios en dos días y se fueron, porque no les he podido solucionar esa parte a ellos”. Es decir la cremación que ella contrata en otro lado.
Y así se los dice a sus clientes: hay saturación en los hornos crematorios, tanto particulares, como en los manejados por el gobierno capitalino.
“Sí, está habiendo bastante aumento de decesos de covid-19”, reitera.