De niña, la diputada local del PRI, Karina Barrón, amenazaba a su padre con irse de monja si éste no le compraba lo que pedía… su padre se le adelantó y la metió a un colegio de religiosas, del cual pudo salirse cuando terminó la preparatoria.
Entre sonrisas y suspiros, Barrón recuerda que en su juventud viajó “harto” y hasta tuvo la oportunidad de estudiar un diplomado en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, el cual combinaba con su trabajo de cuidadora de niños, labor que amaba porque su jefe le daba boletos para ir a ver al Manchester United, el equipo más ganador del balompié inglés.
En una ocasión, la priista hospedó a un grupo de 24 menonitas en su casa, quienes estaban en Monterrey por un tratamiento de cáncer; estas personas estrenaron el horno que tenía “de adorno” la anfitriona y a diario le hacían pan, ensalada o comida.
En entrevista con MILENIO, la oriunda de Tamaulipas, pero nuevoleonesa por convicción, demostró que su embarazo no es un impedimento para que se coloque sus guantes morados y haga una rutina de boxeo, mientras escucha a Nicky Jam y Lalo Mora.
¿Qué hacía para no aburrirse de niña?
Me encantaba andar a caballo, jugaba mucho al rancho que tenemos. Yo soy de Ciudad Victoria, Tamaulipas, correteaba a los borregos y cuando íbamos para allá me llevaba las muñecas y siempre decía que iba a tener tres hijos.
¿Cuál es la travesura que más recuerda?
Una vez por darle la sorpresa a papá que era ganadero, pues me fui a cortar tunas con mi mejor amiga; dije pues está más fácil cortarlas así, y nunca se me va a olvidar que limpiamos las tunas y me salió sangre.
¿Qué atesora?
El rancho, mi papá fue un hombre de trabajo y cuando llegábamos nos decía que todo se puede lograr, decía que el estudio que tuvimos en Monterrey es gracias a la tierra que cosechó y había temporadas que tenía que vender ganado porque le tocaba pagar la colegiatura de todos.
¿Su familia es liberal o conservadora?
Está como que muy mezclada. Mi familia respeta y quizá por el lado de mi papá es más conservador, pero mis hermanos como que no son cerrados ni mucho menos.
¿En dónde trabajó antes de brincar a la política?
Cuando estudiaba nos mandaron a una tarea en el Congreso, terminé la clase y en ese entonces me invitaron a la fracción del PAN, era como asistente. Recuerdo que estaba Mauricio Sada, Ricardo Barbarin y Ángel Cano… eso fue en el 2000 y entonces decidí cambiar las clases hasta la noche porque me pagaban y daban vales en el trabajo matutino.
¿Reprobó alguna materia?
Ay sí, en la prepa la de química y no podía con la materia. Mi mamá era de las que ponían el grito en el cielo y dije: ‘ya valió’... Me acuerdo de que le tuve que pedir ayuda a mi papá para hacer algo y pasar la materia de química.
También estudié Ciencia Política en la UDEM; fui a Londres por casi dos años y terminé un diplomado en Políticas Públicas por la Universidad de Cambridge.
¿Género musical favorito?
Me encanta la música norteña, los corridos y de repente el reggaetón, para que me prenda cuando hago ejercicios. Me gusta mucho Intocable, Lalo Mora y Nicky Jam.
¿Cuáles son sus hobbies?
El box y la bicicleta, te desestresas y te olvidas de todo. En la mañana, aunque estoy embarazada, me levanto, me pongo los audífonos y me pongo a hacer ejercicio. Veo el box, la UFC y el futbol.
¿A poco es feminista?
Sí, siempre voy a defender a las mujeres y voy a pelear que se abran caminos donde no los hay, seguimos viviendo una gran desigualdad; en el tema en el que si estuviera de acuerdo o no, yo di la cara con los colectivos y lo comenté, y fue sobre el derecho a la vida.
¿Las tareas de la casa siguen teniendo género?
Ya no, esto es de equipos, yo no estuviera ahorita en el tema de la política. Con mi esposo es o lo hacemos los dos o esto no va a jalar.
¿Con qué personajes se identifica?
Eva Perón y Michelle Obama.
¿Es difícil cambiar de bando político?
Yo no nací en un partido. Yo voy a estar donde me dejen ser, nunca voy a ser agachona. Cuando me salí del PAN es porque me dijeron ‘no te toca, va la comadre Margarita Arellanes’, y en Movimiento Ciudadano yo levantaba la mano para ser coordinadora. Recibí la invitación de Morena y en el PRI me están dejando ser.
¿Cuál es su libro de cabecera?
Una vida con propósito, de Rick Warren. Es como si fuera un manual de retos.