Durante una visita que el ex presidente Ernesto Zedillo hizo al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas junto a otros integrantes de la organización no gubernamental conocida como The Elders (Los Mayores o Los Ancianos), México adelantó que en noviembre propondrá medidas contra el tráfico de armas y recriminó al órgano su inacción ante la pandemia de covid-19.
“El Consejo de Seguridad debe poner más atención a la amenaza que representan las armas pequeñas y ligeras, es por ello que durante la presidencia mexicana del Consejo (en noviembre) propondremos que se analicen medidas para restringir las transferencias irresponsables de estas armas que alimentan los conflictos en todos los lugares dónde los hay”, adelantó el Representante Parmente de México ante las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente.
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Y agregó que, sería de gran valor conocer las recomendaciones que los Elders pudieran tener sobre este punto en particular. Durante la sesión del Consejo de Seguridad celebrada ayer, estuvieron presentes además de Zedillo, la actual presidenta de la organización y ex presidenta de Irlanda, Mary Robinson, y el ex ministro de Relaciones Exteriores de Argelia, Lajdar Brahimi.
Ante la visita de los integrantes de la organización de líderes mundiales fundada por el ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, De la Fuente agregó que México agradece que “los Elders compartan su experiencia y sabiduría en la búsqueda de soluciones a los principales problemas que aquejan a la comunidad internacional; debo decir que la cultura milenaria de mi país a los viejos se les reconoce con frecuencia como sabios y la conseja popular es que hay que escucharlos”.
En otra parte de su intervención, el representante de México reiteró su desacuerdo con la manera en que el Consejo de Seguridad ha manejado la actual situación derivada por la emergencia sanitaria mundial propiciada por la covid-19.
“No son pocas las veces que este Consejo no ha estado a la altura del mandato que le confiere la carta de las Naciones Unidas, la lenta respuesta que tuvo ante la pandemia es una muestra de ello. Aún hay quienes piensan que las pandemias no son asuntos de seguridad internacional, cuando estos conceptos se imponen a través del mal llamado derecho de veto, y el cual más que un derecho, es una delicada responsabilidad, aumenta el riesgo de hacer del Consejo un órgano irrelevante”, advirtió.
Y agregó que paralizar al Consejo ante crisis icónicas, como la propia pandemia de covid-19, mina su autoridad y relevancia. “Resulta paradójico, que, mientras a nivel nacional la mayor parte de los Estados están convencidos de que las decisiones deben tomarse por mayoría simple o calificada, según el caso, en el marco del Consejo con que uno de los cinco miembros permanentes así lo decida se puede obstaculizar la voluntad, no sólo de la mayoría de los miembros del Consejo, sino de la comunidad internacional”, agregó.
Al respecto, Robinson recordó, al dirigir una palabras ante el Consejo, que la covid-19 ha cobrado un precio alto, sobre todo en vidas humanas, pero también en el crecimiento económico, el impulso político y la desigualdad social, y ha demostrado múltiples fracasos de la cooperación internacional.
“Debemos ser proactivos para aprender de ellos y prepararnos para la próxima pandemia”, subrayó.
FS