Irene Alamilla Sánchez es una mujer de 78 años, pero su edad no la detiene para seguir aprendiendo y sentirse con ello productiva, además de creativa porque, ahora es autora de diferentes obras que conforman la Exposición Colectiva al Óleo que se exhibe en el Centro de las Artes hasta el próximo 19 de abril y que surge de las actividades que se realizan dentro del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) en Pachuca.
Ella es pensionada y, de principio, no sabía qué hacer con tanto tiempo libre, así que decidió ingresar a los diferentes cursos que ofrece este lugar iniciando con cholatería, repostería hasta que vio las clases del maestro de pintura, el licenciado en Artes Visuales, Fausto Isaac Luna Juárez, quien enseña de forma voluntaria el aprendizaje de la pintura a cada una de sus alumnas.
“Desde hace unos cinco años empecé a tomar clases de pintura, después de pensionarme, pero sentía que me sobraba tiempo y llegué al INAPAM hace como 12 o 13 años, inicié tomando cursos de chocolatería y repostería, pero una vez vi como pintaba el maestro y me metí a las clases.
Esta es una oportunidad de seguir aprendiendo y nos sentimos muy bien de que alguien nos tome en cuenta y nos sentimos bien de las cosas que podemos hacer y cuando pinto me olvido del mundo, nos falta tiempo para seguir realizando esta actividad que nos enseña con paciencia el maestro”, indicó.
De acuerdo a Estela Sánchez Quijas, coordinadora del Club los años dorados del INAPAM en Pachuca, esta Exposición Colectiva de obras de arte está conformada por 36 obras de 14 autores, es importante para este sector de la sociedad “porque en el INAPAM descubren sus habilidades siendo que, las personas que acuden a este lugar, siempre se dedicaron a trabajar y estudiar, ahora ocupan su tiempo libre en activarse y encontrar esas habilidades”, indicó.
También Mauricia Velázquez expuso sus obras, una en especial la de una mujer indígena que se encuentra de rodillas en un espacio boscoso, con un canasto de flores que carga en sus hombros y se inspiró en su madre, “y la hice pensando en ella y desde que inicié se que me encanta pintar y hacer manualidades, así que tengo 10 años de ser parte de este grupo que me da vida y me impulsa a seguir creciendo y conviviendo con más personas de mi edad”, indicó.
Por su parte, Irma Téllez Rosas señaló que, tras su jubilación, buscó una ocupación para entretenerse “y de principio no sabía pintar nada, pero después descubrí que me gustaba y quise aprender y ahora puedo decir que me relaja mucho y me encanta pintar”, explicó.
Así, cada una de las personas que participaron en una obra saben que aún tienen mucho por hacer, así que señalaron que “hasta que Dios me deje y mis dedos no se atrofien, voy a seguir pintando”, mostrando con orgullo sus obras que estarán expuestas en el Centro de las Artes hasta el 19 de abril.
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