El Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), detectó 80 fideicomisos estatales y municipales que no han sido reportados en las cuentas públicas y necesitan verificar para garantizar que han operado correctamente, sin convertirse en una salida ilegal de recursos públicos.
En entrevista para MILENIO, Estado de México, la auditora estatal, Miroslava Carrillo Martínez, informó que el análisis está inacabado y todavía pueden salir más entes de este tipo que deben ser fiscalizados, pues oficialmente sólo existen dos que están claramente identificados y revisados.
El primer paso, dijo, es ubicar su sustento legal, conocer sus objetivos, vigencia, montos y forma de operar, porque quizá algunos de estos ya no están vigentes, por lo cual están revisando todas las Gacetas de los últimos años para concluir el reporte y auditarlos.
La semana pasada, la auditora dio a conocer a los integrantes de la comisión de Vigilancia del OSFEM, que además de los dos fideicomisos reconocidos en el presupuesto han ubicado otros 80 que también son considerados entidades fiscalizables y deben ser revisados.
Dentro del “trabajo titánico” que han llevado a cabo el área jurídica es revisa cada uno para saber a qué Secretaría o entidad está sectorizado para que haya certeza a la hora de fiscalizarlos y se rindan cuentas claras y de forma transparente por el simple hecho de usar recursos públicos.
Explicó que en la entidad existen dos tipos de fideicomisos. En el primer grupo está el C3 que tienen que ver con Centros de Readaptación y el de Fidepar que tienen perfectamente delimitado su presupuesto; hay cierta certeza, cuentan con estructura orgánica que son considerados organismos auxiliares.
Los otros son los simples, que son aquellos constituidos por los entes públicos, a través de sus unidades administrativas, dependencias u organismos auxiliares con aportación de recursos que se deben clarificar.
Entre los encontrados está por ejemplo un fideicomiso de cobranza, otro para enfermos crónicos para el Hospital para el Niño y así en diversas dependencias y municipios que los conforman.
Es necesario ubicar a quién responden, ver cuáles están vigentes y determinar a quienes se puede revisar mediante el programa de auditoría pública, “tener la certeza de quien depende porque el Código Financiero nos indica que debe haber un registro de fideicomisos que tendríamos que llegar a un entendimiento a las instituciones que estén de alguna manera registrando y las que estamos encontrando, tener certeza jurídica y estamos en la integración de ese análisis” aseveró Miroslava Carrillo.
El primer paso fue identificar a todos los entes fiscalizables, entre ellos los fideicomisos que deben tener un registro y representan una oportunidad de revisión en la cual están inmersos.
MMCF