El mantenimiento que involucra una ciudad es prácticamente invisible. Los elementos del Grupo Tláloc de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) se dedican diariamente a retirar toneladas de basura, desperdicios e incluso cadáveres animales y humanos que terminan en las alcantarillas de la entidad, ya que de lo contrario la población sufría inundaciones.
Cristian Alberto Delgado Hernández es uno de los auxiliares en mantenimiento que trabaja en esta agrupación y labora en uno de los tres cárcamos que está ubicado en el municipio de San Mateo Atenco, una zona famosa y propensa a las constantes inundaciones por su geografía, de acuerdo con su Atlas de Riesgo.
Su trabajo consiste en hacer limpieza de los alcantarillados y cárcamos, ya que en este punto en particular convergen el agua que viene del Nevado de Toluca y la basura de al menos cinco municipios del Valle de Toluca.
“Es laborioso en cuestión de que hay que estar constantemente sacando basura y estar limpiando porque cada que llueve llega basura, entonces se taponarán y eso genera una inundación, hacemos trabajo de desazolve y limpieza de alcantarillado de todas las redes de San Mateo Atenco y comunidades que lo requieran”.
Un cárcamo, dijo, es una especie de tanque al que llega el agua pluvial o residual y es acumulada, tratada y filtrada, con ello evitan escurrimientos e inundaciones, pero en este caso, se trata de un vaso recolector de los canales San Carlos y San Isidro, ya que anteriormente el agua llegaba hasta la avenida Benito Juárez, una de las principales del municipio.
“Este canal ayuda a recoger todas las aguas que vienen de esos canales y los traen hasta este paso, hemos podido disminuir inundaciones que sufrían en San Mateo Atenco de hasta 72 horas que duraba con profundidades de 1.50 metros, a tres horas de duración y con profundidades de 50 centímetros”.
Formas de trabajo
Una puede ser con ayuda de máquinas que les permiten trabajar de manera más adecuada y certera a través de equipo de succión y recolección. La otra es de manera manual con herramientas como ganchos y palas que operan desde una lancha que flota en agua de un tono café y con olor a desperdicio.
Cristian llega a las 9:00 en punto a su trabajo, donde evalúan el estado del cárcamo como todos los días y comienza la operación junto con otros 14 compañeros.
Recordó que él llegó a este oficio por casualidad y recomendación de algunos de sus amigos; sin embargo, ha sido cuestionado por personas cercanas por el riesgo que implica. “Mucha gente lo critica por el lugar donde estamos y lo que hacemos, van a decir que estamos propensos a muchas enfermedades al estar en la suciedad y eso, pero si no lo hace uno quién lo va a hacer, hay que tener conciencia de que este trabajo se debe realizar, porque si nadie lo quiere hacer esto se puede volver muy feo”.
Cristian Alberto describe su labor como buena y muy útil para la sociedad, ya que sin su ayuda las coladeras se taparían por la basura lo que puede provocar problemas de salud pública. “Lo positivo es que estamos haciendo un bien en común tanto para mí como para la demás gente, y lo negativo sería que vemos mucha contaminación, mucha basura y cosas que no deberían de estar aquí, por ejemplo, hemos sacado sondas de diálisis, no tenemos idea de cómo llegan al alcantarillado este tipo de cosas porque debe de haber un lugar específico donde se pongan, no deberían de aparecer en las alcantarillas o los desagües”.
Entre otras cosas anómalas que han logrado detectar, dijo, han sido partes de automóviles, llantas, desechos hospitalarios que debe tener un tratamiento especial e incluso cadáveres de animales y humanos, por lo que piden no contaminar.
“Más que nada decirles que tengan tantita conciencia, que depositen la basura donde corresponde porque en calle llega a las alcantarillas y cuando llueve la arrastra y llega hasta estos lugares, es muy triste ver tanta contaminación de nosotros a mismos y que provoca tantos problemas”.
Aunado a ello, destacó que el Grupo Tláloc distribuye agua en pipas cuando la población la necesita, una labor que es bien agradecida y que tiene sentido social por la importancia del agua en la actualidad.
Agua del Nevado de Toluca llega contaminada
José Manuel Oropeza de la Madrid, gerente regional de la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM), señaló que el agua que tiene como origen el Nevado de Toluca y llega a este cárcamo contaminada. “Básicamente son escurrimientos de las faldas del volcán, bajan por Calimaya, Toluca, Mexicaltzingo, Chapultepec, Metepec y San Mateo Atenco, por lo que estos cinco municipios están involucrados en la llegada de tanta agua y tanta basura”.
El agua circula y realiza todo este recorrido, sin embargo, estiman que viene acompañada de por lo menos entre 4 y 6 toneladas de basura, la cual incrementa usualmente al inicio de la temporada de lluvias.
“Hay de todo desde animales muertos, varas, árboles, basura doméstica, hasta desecho industrial, no podemos decir que es producto de un solo tipo, pero se debe procurar hacer un ambiente más sano, realizar la recolección como debe, tirarla en su lugar y si ya se puede empezar a separar la basura para poder industrializarla mejor, y sobre todo que tuviéramos la conciencia de no tirar la basura en la calle”.
Destacó que gracias a dichas labores este 2021 no han tenido afectaciones en los domicilios. “Esto mucho tiene que ver con los trabajos de este canal y en conjunto con las autoridades municipales hemos llevado a cabo varios trabajos en donde ellos también bombean y han ayudado a esta situación”.
Cabe recordar que de acuerdo con el Atlas de riesgo de San Mateo Atenco, las comunidades de Isidro Fabela, Santa María, San isidro, La Concepción, San Pedro, San Juan, San Nicolás, Santiago, San Lucas y Guadalupe, históricamente han sido de las más golpeadas por las inundaciones. El mismo documento afirma que la población en riesgo estimada por los fenómenos naturales fue de 2 mil 996 personas.
El Grupo Tláloc tiene en su interior dos contingentes. Uno se dedica a la supervisión, vigilancia, información y alerta temprana por desastres; y el segundo es de atención a la ciudadanía, de acuerdo con información de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM). Su plantilla laboral asciende a casi mil 200 trabajadores entre personal administrativo y operativo, que en esta temporada de lluvias prestarán sus servicios para evitar escurrimientos en cuerpos de agua, encharcamientos en vialidades e inundaciones en domicilios.
MMCF