Disminuir los porcentajes de abstención en la próxima elección del 2024 depende de estrategias puntuales y focalizadas al grupo de jóvenes de entre 19 y 29 años de edad, ya que son el sector de la ciudadanía que ejerce en menor medida su derecho al voto, reconoció el encargado de despacho de la Vocalía Secretarial de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en Hidalgo Jorge Anaya Lechuga.
Al conocer los resultados del Estudio Muestral de Participación Ciudadana 2021, así como la presentación del Sistema de Consulta de la Estadística de las Elecciones (SICEE), consideró que la tarea tanto de las instituciones electorales, fuerzas políticas, academia y ciudadanía en general es impulsar la educación cívica con acciones focalizadas a este grupo etario en específico, para que con ello no sólo se incremente la promoción del voto, sino que se alcancen mayores porcentajes de participación ciudadana en los próximos comicios.
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“Ya vimos que hay diferencias, las cuales permiten definir el perfil sociodemográfico de la entidad y del país; las mujeres participan más que los hombres, integrando mesas de casilla y votando, principalmente aquellas con más de 50 años, así como en mayor medida de secciones no urbanas; debemos generar respuestas colectivas en este tema, este estudio refleja que los y las jóvenes que estrenan su credencial de elector, con 18 años, participan en cerca de la media nacional, pero de los 19 a 29 años la curva baja drásticamente, tendríamos que dar respuestas a las pregunta de por qué los y las jóvenes, sí participan en mesas directivas de casilla, pero no votan, es de suma importancia incrementar la promoción y la participación de este sector de la ciudadanía”, manifestó.
Anaya Lechuga destacó la necesidad de generar “tiros de precisión” para que participen más personas en las elecciones, esto a través de sectores como la academia, que aún tiene mucho que aportar, mitigar y erradicar la compra y coacción del voto, implementar estrategias de difusión para distritos focalizados, mejores acciones en zonas de mayor abstención, entre otras.
Igualmente, apuntó, se requieren estudios adicionales con mayor enfoque de género, conocer de forma puntual cómo afecta la pobreza e inseguridad en el actuar de las mujeres en estos procesos electorales, así como la percepción de mujeres en relación de candidaturas femeninas y en materia de violencia política en razón de género.
“Esto a través de una sinergia de autoridades del Estado y electorales para ejercer acciones de participación, que se tenga mayor índice de votación y más personas participen en las elecciones, se necesita educación cívica, este tipo de herramientas y sistema ayuda a tener a la población debidamente informada, participativa y tener una democracia que no se concluya en elecciones, sino que se perciba como forma de vida”, finalizó.
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