Jan Jarab, representante de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONUDH) dijo que la transición política en el país ofrece una gran oportunidad para cambiar las políticas migratorias, con un enfoque de seguridad humana y de derechos humanos.
Jarab reconoció la las medidas cautelares emitidas por la CNDH para los migrantes hondureños, integrantes de la caravana que se encuentra en la frontera entre Guatemala y México.
Al participar en el 4to Foro Regional en Materia de Migración y Protección Internacional organizado por la SCJN, llamó a redoblar los esfuerzos para adoptar de medidas efectivas de acceso a la justicia de los migrantes, y reconocer la existencia de la brecha entre el discurso y la realidad de las políticas enfocadas en control de migración: detección, detención y deportación.
“Estas políticas no sólo violan sistemáticamente los derechos humanos, sino que empujan a los migrantes a la clandestinidad cada vez más profunda, exponiéndoles entonces a riesgos por parte del crimen organizado, al riesgo de secuestro, trata y homicidios”.
Jan Jarab dijo que la política actual deshumaniza a los propios servidores públicos que contribuyen a las prácticas de extorsión y muchos otros abusos que deben de ser erradicados.
“Las estaciones migratorias no representan alojamiento, sino detención, privación de libertad. Que las alternativas a la detención deben existir no sólo como proyectos pilotos, que la detención no debe ser la regla sino la excepción”.
El representante de la ONU aseguró que las personas migrantes y sujetas de protección enfrentan barreras y obstáculos para acceder a la justicia , por ejemplo, si denuncian delitos están en riesgo de ser detenidas ellas y no los perpetradores.
OVM