Osorio Chong: de 'supersectetario' de Peña Nieto a adversario de 'Alito' Moreno en el PRI

Recientemente, Osorio Chong dejó la coordinación del PRI en el Senado, no sin antes advertir que buscará la salida de Alejandro Moreno de la dirigencia nacional.

Perfil de Miguel Ángel Osorio Chong. (Especial)
Ciudad de México /

Sus antiguos compañeros de la Junta de Coordinación Política del Senado lo definían como un tipo “duro”, “de palabra”, “buen negociador”, “un valiente que supo guiar al rebaño priistas en la penumbra con una vela en la mano”.

En los últimos seis años, Miguel Ángel Osorio Chong, ha vivido dos jaque mate en su vida política: el primero en 2017 cuando era secretario de Gobernación y perdió la candidatura presidencial de su partido, y el segundo el pasado 22 de marzo, cuando dejó la coordinación de su partido en el Senado.

El ascenso con la ola peñista

Como ordenaban los cánones priistas, Miguel Ángel Osorio Chong ascendió en la pirámide de poder peldaño a peldaño: lo mismo fue oficial mayor del ayuntamiento de Pachuca, dirigente del PRI en Hidalgo, subsecretario de Gobierno, diputado federal y finalmente gobernador de 2005 a 2011.

Durante su periodo como mandatario, tuvo mano dura contra la criminalidad y estallidos sociales. Además de coincidir en el mismo periodo de gobernador con su correligionario, Enrique Peña Nieto.

Una vez que ambos dejaron su cargo al frente de sus estados, conformaron una triada de campaña, que más tarde se convertiría en un triunvirato de gobierno junto con Luis Videgaray.

Este último, era el coordinador de campaña, el encargado de las finanzas y promoción en todos los medios de Peña Nieto; mientras que Osorio Chong operaba la relación con los partidos de oposición, gobernadores priistas y de otros colores.

De esos encuentros surgió uno de los proyectos más ambiciosos y cuestionados del Peñanietismo: el Pacto por México, que conjuntó a PRI, PAN y PRD en torno a 11 reformas estructurales.

Sus capacidad operación le trajo como resultado que Peña Nieto lo nombrara secretario de Gobernación, pero no cualquier secretario de Gobernación, sino un Supersecretario.

En entrevista con Elisa Alanís, Osorio Chong confesó que él mismo le pidió al presidente Peña Nieto “tomar las riendas de la seguridad del país” en la Segob, rompiendo la estructura de los panistas que separaron esas funciones.

En la misma conversación reveló que uno de los momentos más difíciles de su gestión la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán en 2014.

Afirmó que en su única salida del país a París, Francia, se dio el hecho, lo que lo obligó a regresar de inmediato para informar al mandatario nacional sobre los pormenores del cinematográfico escape.

“Me regresé de inmediato. Once horas se hicieron como 20. Llegué como a las 01:00 horas de domingo para lunes y me fui a comer unos tacos al Califa de León, en San Cosme. Me encontré a unos comensales y me dijeron: 'Échele' y les dije: 'Me comprometo a que lo vamos a capturar'”, recordó.

Meses más tarde, logró la recaptura del líder del cártel de Sinaloa y con esta bandera apretó en las encuestas y en su campaña para ser el sucesor de Peña Nieto.

Mientras Osorio Chong ascendía en la opinión pública, su principal rival político, Luis Videgaray, caía por la decisión de organizar una visita a México del entonces candidato presidencial de Estados Unidos, Donald Trump, que le costó su cargo como secretario de Hacienda.

Quien lo relevó fue José Antonio Meade, más que un político, un funcionario muy discreto, pero muy allegado a Videgaray.

Conforme se acercaba el dedazo de Los Pinos para elegir al abanderado del PRI a la Presidencia, creció en la opinión pública la figura de Meade, al ser un personaje que lo mismo podía aglutinar panistas decepcionados de su candidato, Ricardo Anaya, y a ciudadanos hartos de la corrupción de los viejos priistas.

A finales de 2017, el ungido fue Meade, lo que provocó un rompimiento entre Osorio Chong y Peña Nieto

“Fue una decisión entre el partido y el Presidente que yo respeté. Que era en congruencia entre lo que había dicho e iba a hacer. Yo no podía salirme del partido por ese motivo”, recordó en la misma entrevista.

Aceptando su destino, ocupó el número uno de la lista de candidatos plurinominales al Senado, y desde ese momento se perfiló como el coordinador del partido.

Los choques con Alito

Tras la peor derrota en la historia del PRI, pero aún con 12 gubernaturas bajo sus siglas, en 2019 comenzó la renovación de la dirigencia nacional.

En ese momento levantaron la mano Ivonne Ortega, José Narro Robles, Ulises Ruiz, Miguel Ángel Osorio Chong y Alejandro Moreno, quien dejó la gubernatura de Campeche para pelear el cargo.

Al final la contienda fue entre Ortega y Moreno, quien arrasó en un proceso abierto ganando en las 32 entidades. Desde ese momento Osorio Chong acusó que Alito de ser un operador del gobierno federal, sumándose al sobrenombre que arrastró el campechano Amlito.

Los choques entre Osorio Chong y Moreno se intensificaron tras la pérdida de ocho gubernaturas por parte del PRI en 2021. El hidalguense acusó a su líder nacional de operar para sus amigos y cerrar el partido a los militantes.

En 2022, tras una asamblea extraordinaria, que más tarde el INE declararía como inválida, Moreno y su Consejo Político ampliaron su mandato hasta pasadas las elecciones presidenciales de 2024.

Lo anterior provocó una lluvia de impugnaciones encabezadas por Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu, que finalizaron en la invalidez de las reformas partidarias.

A penas el 9 de febrero de este año, se vivió el ojo del huracán cuando Osorio Chong y Moreno se reunieron en las oficinas de Insurgentes Norte y acordaron trabajar unidos por el bien del partido.

Y así pareció, pues apenas tres días más tarde, el 12 de febrero, compartieron templete en la oficialización de la candidatura de Alejandra de Moral al gobierno del Estado México, lo que nunca había ocurrido durante los cuatro años de mandato de Alito.

La dispuesta era tan fuerte entre los dos que Moreno nunca consideró coordinador de los senadores a Osorio Chong, pues nombró a Manuel Añorve como vínculo entre la dirigencia nacional con el Senado.

Esta semana, nueve senadores convocaron a una reunión extraordinaria para darle jaque mate a Osorio Chong y derrocarlo del liderazgo priista en el último bastión que mantenían de Alito.

A lo largo de estos casi cinco años de líder cameral cosechó buenas alianzas con los grupos parlamentarios de Morena, Movimiento Ciudadano, PAN, PRD y hasta el Grupo Plural.

Los liderazgos de estos partidos siempre lo reconocían en público y en privado como un político de palabra, de acuerdos y que supo darle peso al PRI a pesar del resquebrajamiento a nivel nacional.

“Osorio Chong es un valiente que ha sabido guiar al rebaño priistas en la penumbra con una vela en la mano”, lo describían.

Antes de la votación para removerlo, Osorio Chong renunció al cargo de coordinador, pero no a su militancia priista, pues buscará la presidencia del partido, aunque parece un escenario difícil, pues Moreno estará atrincherado en ella hasta 2024.

El último rastro de la ruptura es que una vez que se consumó la remoción de el hidalguense, ahora sí pusieron en la página de internet del partido el cargo de “coordinador del grupo parlamentario del Senado” para Añorve y borraron el cargo que ocupaba antes de vínculo de la dirigencia con el Senado que era para anular a Osorio Chong.


EHR

  • Israel Navarro
  • israel.navarro@milenio.com
  • Licenciado en Comunicación y Periodismo por la UNAM. Reportero de Grupo MILENIO desde hace más de 10 años asignado a temas de política y crimen organizado.

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