El ex dirigente del movimiento estudiantil de 1968 y militante activo de Morena, Pablo Gómez, aplaudió la decisión de crear una comisión de la verdad para esclarecer y sancionar violaciones graves a los derechos humanos cometidas entre 1965 y 1990, pero llamó al presidente Andrés Manuel López Obrador a darle a esa instancia “toda la fuerza del Ejecutivo” para cumplir su propósito, pues, de lo contrario, no va a funcionar.
Asimismo, el ex legislador emplazó a Alejandro Gertz a desempolvar los expedientes de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), creada por el gobierno de Vicente Fox en 2002 y finalmente extinta en 2007.
¿Qué expectativas tiene sobre esta comisión de la verdad?
Propuse que se hiciera eso en 2000, porque es muy necesario. Del 68 y del 71 es poco lo que hay que averiguar porque las cosas se conocen bastante e incluso se abrió un proceso contra Echeverría, absuelto debido a la prescripción de los delitos, por lo cual también esta comisión tendría que analizar la conducta del Poder Judicial. Es necesaria la comisión porque hay que cerrar ciclos, no dejar cosas sin resolver.
Lo más difícil va a ser la parte de todas las represiones que se sucedieron después en un lapso que se llama la “guerra sucia”, porque fueron perseguidos los que estaban levantados en armas, los guerrilleristas, a los cuales los mataban en caliente, al estilo porfirista. Incluso hubo asesinatos públicos; hubo uno muy famoso en la universidad, un domingo que había una exposición canina y unos policías de la Dirección Federal de Seguridad, de la “brigada blanca” para ser más preciso, los atraparon, les dispararon a la cabeza y los dejaron muertos.
De estos hechos hubo muchísimos, mucha gente asesinada a mansalva, incluso guerrilleros de Lucio Cabañas fueron llevados al Campo Militar y mantenidos ahí por años. Hubo también vuelos de la muerte, los tiraban al mar y regresaban al aeropuerto que está cerca de Coyuca. El principal organizador de esto fue Echeverría. Echeverría es uno de los mayores terroristas de Estado y violadores de derechos humanos de la historia de México, hizo muchas tropelías y todo eso tiene que quedar esclarecido.
Me comentaba de sobrevivientes de esas persecuciones; podrían dar testimonios valiosos a la comisión…
Muchas personas murieron y fueron torturadas, por ejemplo, en Tlaxcoaque, pero hay gente que está viva y puede comparecer y decir cómo le fue ahí o en las casas de seguridad de la Dirección Federal de Seguridad y en el Campo Militar, donde yo fui huésped distinguido… Habría que pedirle a la comisión que proponga al gobierno que se haga el “Museo de la represión política contra el pueblo de México” donde estuvo la Dirección Federal de Seguridad, por Monumento a la Revolución.
Como denuncia, como esclarecimiento de hechos lacerantes, la comisión tiene que jugar un papel muy importante. Como secretario de Gobernación, Santiago Creel dijo en 2000 o 2001 que la comisión de la verdad no servía para nada, que había que nombrar un Ministerio Público especial para los delitos cometidos por servidores públicos en el pasado, pero yo le dije que eran válidas las dos cosas, que una no excluía a la otra, que la comisión era necesaria con toda la fuerza para investigar algo que también es contextual, que es la política llevada a cabo, los propósitos de los gobernantes, los esquemas alrededor de esos problemas, pero no quisieron.
Empezaron bien lo de la fiscalía (la Femospp), avanzaron hasta que el Poder Judicial empezó a darle para atrás en los juicios; un día acusaron al fiscal (Ignacio Carrillo Prieto) de robarse el dinero de la fiscalía y en lugar de iniciar un procedimiento administrativo contra él clausuraron la fiscalía y mandaron todas las averiguaciones abiertas y todas las denuncias presentadas a una agencia del Ministerio Público de Azcapotzalco, y esa es una cosa que hay que reanimar, nunca es tarde.
La comisión de la verdad no arrancaría entonces de cero…
Espero que se retomen también los procesos. El Poder Judicial debería idear la manera de revisar eso de la prescripción en favor de Echeverría; México no puede hacer esas cosas, es una mancha, y si no puede, hay que recurrir a la Corte Penal Internacional. Echeverría está vivo todavía y es sujeto de acción penal. Todo eso habría que hacerlo con rapidez y sin darle muchas vueltas, que el gobierno se comprometa al éxito de esa comisión, que esté afecta la Secretaría de Gobernación me parece magnífico, porque es la única forma de que todas las puertas se abran; de otra manera todo te lo cierran y nomás te estás haciendo güey.
¿Cómo garantizar el éxito de la comisión?
La comisión tiene que tener detrás de sí toda la fuerza del Poder Ejecutivo, si no, no va a funcionar. Yo esperaría que el fiscal Alejandro Gertz desempolve todas las investigaciones y los procedimientos que llevó a cabo aquella fiscalía especial para investigar los crímenes, los delitos de los servidores públicos del pasado, que lo abra todo por su cuenta, y ahora, si no lo hace, esta comisión se lo debe solicitar.