No hay plazo que no se cumpla, mucho menos en la política. Este domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador salió desde Palacio Nacional, recinto que convirtió en su residencia en los últimos seis años, para dirigirse hacia un templete instalado en el Zócalo capitalino y rendir su sexto y último informe de gobierno.
Arropado por los vítores de sus seguidores, los incondicionales que él llama “el pueblo bueno y sabio”, el político tabasqueño dirigió sus últimas palabras como Presidente en la plaza que desde su etapa como jefe de Gobierno de la Ciudad de México convirtió en un espacio de interlocución directa con sus gobernados.
Con la Plaza de la Constitución y las calles aledañas semiabarrotadas, en punto de las 10:40 horas el mandatario presentó en cumplimiento del Artículo 49° de la Carta Magna un balance del estado general que guarda la administración pública del país en su último año de gobierno.
“Estamos construyendo una nueva patria”
En la primera media hora de su informe de rendición de cuentas, el presidente López Obrador hizo un recorrido por la historia de las luchas sociales en México, desde la época prehispánica, pasando por Juárez y la Revolución, hasta sus 20 reformas constitucionales con las que busca devolverle a la Carta Magna el “sentido revolucionario y popular”.
“Lo primero que hicimos fue reformar nuestra constitución hasta donde se pudo y promover leyes para frenar la política antipopular, entreguista y corrupta que se había impuesto por el predominio de un poder oligárquico con apariencia de democracia”, arengó ante sus correligionarios.
“Pueblo”, “México” e “historia” fueron las tres palabras que más pronunció el tabasqueño en la primera parte de su discurso, segmento en que el que brindó un contraste entre el “periodo neoliberal” encabezado por su antecesor y rival político Felipe Calderón y las acciones con carácter social implementadas en su gobierno.
En este tenor, el todavía Presidente destacó la importancia de los programas sociales, elevados a rango constitucional durante su sexenio, como las becas para estudiantes de educación básica y media superior, Jóvenes Construyendo el Futuro, el polémico Sembrando Vida y el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. “Estamos construyendo una patria nueva, enaltecida, fraterna”, expresó.
“Con el pueblo todo, sin el pueblo nada”
La segunda media hora de su discurso estuvo marcada por los logros económicos y en materia de políticas sociales alcanzados en el gobierno de la llamada “Cuarta Transformación”, entre ellos la apreciación del peso, que si bien se debe principalmente a factores externos, según analistas, es visto como un éxito de la administración del tabasqueño.
Otro de los logros destacados en el informe fue el de la creación de empleo, toda vez que el número de trabajadores registrados ante el Seguro Social (IMSS) pasó de 20 millones 79 mil, al inicio de su gobierno, a 22 millones 389 mil 835 en su último año. “Y eso que yo no presumí que iba a ser el presidente del empleo. Pues miren, somos el segundo país del mundo con menos desempleo”.
El salario mínimo fue otro de los resultados positivos subrayados por el mandatario, puesto que este ha aumentado más de 100 por ciento en términos reales a 248.93 pesos durante su sexenio, cantidad superior a la registrada en la gestión de sus cuatro antecesores inmediatos, los “neoliberales” Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Vicente Fox y Ernesto Zedillo.
“Pobres”, “programas” y, nuevamente, “pueblo” fueron las palabras más pronunciadas por el presidente López Obrador durante la segunda parte de su discurso. “Con el pueblo todo, sin el pueblo nada. Seguimos el precepto de Ricardo Flores Magón, de que sólo el pueblo puede salvar al pueblo”, añadió.
“¡Presidenta, presidenta, presidenta!”
En la tercera media hora de su informe de rendición de cuentas el mandatario hizo un recuento de sus logros en materia de infraestructura y ofreció una visión general del México que le heredará a su sucesora, la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo.
“Qué felicidad. Toco madera, ¿pero imagínense que el pueblo de México no hubiese decidido por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo? ¡Presidenta, presidenta, presidenta!”, celebró el aún titular del Ejecutivo federal, obligando a su sucesora a ponerse de pie en medio de vítores y aplausos.
Ampliación y mantenimiento de carreteras; la puesta en marcha de la refinería de Dos Bocas; el rescate de plantas de fertilizantes en Veracruz, Michoacán y Baja California Sur; la creación de Gas Bienestar; y la construcción de la central fotovoltaica en Puerto Peñasco, fueron algunos de los logros en la materia que el presidente presumió.
“Presienta”, “poder” y, una vez más, “pueblo” fueron las palabras más empleadas por el Presidente en el tercer segmento de su informe de gobierno. “Las cosas que van a quedar pendientes, estoy absolutamente seguro que se van a concluir por lo extraordinaria que es la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo”, dijo con una sonrisa dibujada en su rostro.
“Para que aprendan a respetar al pueblo”
En la última media hora de su discurso, López Obrador hizo énfasis en su legado como presidente de México, destacando la aplicación de su principio de que “por el bien del pueblo, primero los pobres”, frase elevada a mandamiento que guió todas sus acciones implementadas durante su sexenio.
“El pueblo no es tonto, pensaron que iban a engañar, a manipular, fue un ‘tengan para que aprendan’, para que aprendan a respetar al pueblo. Si no quieren al pueblo van a tener que aprender a respetarlo, cuando menos”, expresó.
Y si bien, reconoció que todavía es notorio el atraso que se padece por el “largo y tormentoso periodo en que el gobierno estuvo en manos de oligarcas insensibles que nunca se preocuparon por el bienestar del pueblo”, dijo, se marcha “con la conciencia tranquila”. “Lo que quieren los oligarcas es kratos sin demos. Quieren poder sin pueblo, ¡Al carajo!”.
“Por último, gracias, gracias de corazón. ¡Que viva el pueblo de México!, ¡Viva México!, ¡Viva México!, ¡Viva México!”, concluyó su último informe de gobierno en medio de aplausos y la ya popular porra de sus seguidores “es un honor estar con Obrador”.
En este último bloque de su discurso las tres palabras más pronunciadas fueron “democracia”, “gracias” y, predominante en las poco más de dos horas que el Presidente habló frente a sus gobernados, “pueblo”, siendo esta última la keyword que marcó su último informe de gobierno.
AMP