El presidente Andrés Manuel López Obrador reinauguró, sin tomar la palabra, el recinto parlamentario de Palacio Nacional.
Flanqueado por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbuam; el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, corcholatas en la carrera presidencial de 2024, el mandatario fue testigo de la reapertura del recinto legislativo en donde la encargada de dar el discurso inaugural fue la senadora Olga Sánchez Cordero.
Llamó la atención la presencia del fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, como invitado especial en la ceremonia.
“Tengo el privilegio de que esta restauración y reapertura es parte de un gran proyecto que ha impulsado el señor Presidente de la República en todo el Palacio Nacional, y que terminará siendo una acción de gobierno histórica, en beneficio de la preservación del patrimonio del pueblo de México”, dijo la presidenta de la Mesa Directiva del Senado.
Aseguró que fue un honor tomar la palabra porque el recinto representa la construcción y consolidación de la independencia nacional y entrelaza las primeras dos grandes transformaciones del país. Además, porque como mujer, recordó, hace dos siglos no hubiera podido ni siquiera ingresar a ese espacio.
Por tanto, mencionó que este recinto es un recordatorio de que se deben olvidar las mezquindades partidistas, porque las metas que hay en el horizonte no se han alcanzado, debido a que las generaciones anteriores priorizaron la división y el interés nacional por encima del bienestar nacional.
“México vive una cuarta oportunidad para consolidar su independencia y su papel en el concierto de las naciones. Esta oportunidad radica en seguir avanzando en la progresividad de los derechos, en defender nuestra democracia; pero también, y quizá de manera más importante, en eliminar la enorme brecha de la desigualdad que priva en nuestro país desde siempre”, agregó.
El parlamento es una réplica del recinto original que se incendió hace 150 años y que se renovó por última vez en 1972. De acuerdo con los encargados del proyecto, se tuvo que restaurar prácticamente todo el sitio, porque estaba en el olvido.
“Darle nuevo realice a los lugares, este lugar estaba abandonado, la yesería se estaba cayendo, lo dorado había perdido su brillo. Se hizo un trabajo para reconstruir las yeserías, repintar el techo, poner hoja de oro donde iba, cambiar todos los tapices, tanto de tela como de papel; alfombras, retapizado de sillas, columnas, se hizo todo un trabajo”, detalló Adriana Castillo, directora general de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial de la Secretaría de Hacienda.
En tanto, Carmen Saucedo Zarco comentó que los elementos más importantes que destacan en el antiguo parlamento es el Ojo de Dios y el Gorro Frigio.
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“Más filosófico es más como un deísmo. Se vuelve un símbolo polisémico, está presidiendo el quehacer de los legisladores, es el ojo de Dios que vigila que haya buenas leyes, que se actúe con rectitud, ya no es este dios católico, es el dios omnipresente.
El gorro frigio es de una tradición muy antigua y que los esclavos lo vestían el día de su liberación, para que toda la población se enterara de que habían sido liberados. De tal manera que es un símbolo, que pasa a Latinoamérica en los escudos de varios países, está presente y se populariza sobre todo en México de las monedas”, agregó.
Pese a esta inauguración, aún no se sabe si estará abierto al público.
LP